Terrorismo
La inteligencia del Daesh
Una noticia de Agencia, el pasado domingo 7, daba cuenta, según fuentes del CNI y otros Servicios de Inteligencia europeos, de la existencia de una “unidad de inteligencia nutrida por ex miembros de los Servicios Secretos de Hassan Hussein” trabajando para el DAESH. Agentes con formación y experiencia cuyas misiones más importantes se desarrollan en “cuestiones operativas en la guerra de Siria”, muy probablemente infiltrados en el ejército de Al Assad.
En el otro frente de esta guerra, el terrorismo yihadista, la unidad de inteligencia del DAESH, según las mismas fuentes, se ocupa de “seleccionar y reclutar combatientes, y analizar la reacción de la opinión pública occidental tras cada atentado”.
La contrainteligencia europea, en general y salvo aquellos países que hemos sufrido durante años los crímenes del terrorismo autóctono, como Gran Bretaña y España, tienen la experiencia de la guerra fría, muy distinta a las amenazas actuales del yihadismo y, aunque la seguridad total no existe, tras ser sorprendidos el 11M de 2004 en Madrid y el 7J de 2005 en Londres, ambos Servicios de Inteligencia han evitado que se repitieran atentados con un elevado número de víctimas, mediante la detención anticipada de los terroristas en fase muy próxima a la comisión de atentados.
Decía, en unas declaraciones a la prensa, el profesor de la Universidad de Cádiz, Antonio Diaz, experto en cuestiones de Inteligencia y autor de varios libros sobre la materia, que “el yihadismo nos acabará llevando a la israelización” y lo explicaba diciendo que, como en Israel, en nuestros países, constantemente amenazados por el terrorismo, acabará primando la seguridad a la libertad, como desde siempre ocurre en Israel.
De hecho, ya no nos extraña, cuando salimos a países como Francia, Bélgica o Italia, ver unidades del Ejército desplegadas en Aeropuertos y puntos sensibles de las ciudades. Aceptamos resignados pasar constantemente por arcos detectores e incluso desprendernos de zapatos, cinturones, abrigos, mochilas, bolsos, ordenadores y teléfonos para ser revisados por los cuerpos de seguridad cada vez en más sitios como estaciones, aeropuertos, estadios deportivos...
El sábado 6 de Agosto, el Presidente norteamericano, Obama, reconocía el fracaso en la neutralización del DAESH y criticaba al líder ruso Putin por no empeñarse seriamente en lograr un tregua en la guerra de Siria y posicionarse claramente del lado de Al Assad. Lo cierto es que, como ya hemos comentado en estas mismas páginas, el éxito más significativo contra el DAESH fue la reconquista de Palmira gracias a los bombardeos rusos, lo que permitió el regreso de 3.000 familias a su ciudad.
En un intento, parece que más serio, y respondiendo a la solicitud del Primer Ministro Libio, Fayez al Serraj, Obama ha ordenado el bombardeo de las posiciones del DAESH en Libia, más concretamente en la ciudad de Sirte, entre Tripoli y Bengasi, donde nació en 1942 el dictador Muamar el Gadafi.
En esta guerra, como en todas, sean convencionales, de guerrillas o mediante el uso de acciones terroristas, la Inteligencia y Contrainteligencia tienen un papel decisivo, y ahora sabemos con certeza que el DAESH cuenta con una “unidad de inteligencia” muy experimentada y activa que habrá que neutralizar para empezar a ganar esta guerra. ¿Para cuándo un Servicio de Inteligencia europeo?
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