Cuatro claves para todo buen gobernante

Al final de mi Sextaferia de la pasada semana advertía a los nuevos gobernantes que la apelación a la paciencia de los españoles debía de dar paso a un requerimiento para que acometieran con urgencia los deberes que tienen por delante con el fin de recuperar el tiempo perdido durante este año de bloqueo político y parálisis administrativa y económica.

Hoy ya conocemos los nombres de las nuevas ministras y los nuevos ministros, y cada uno puede hacerse una composición de sus capacidades para afrontar los retos que tienen por delante, que no son sus retos personales sino los de todos los españoles. Esta es la primera clave. España necesita gobernantes que piensen en los demás antes que en sí mismos, en su propia imagen o en su popularidad entre los medios de comunicación.

La segunda clave es su pericia para ejecutar el programa de su departamento con los apoyos necesarios en el Congreso de los Diputados para hacerlo realidad. Chocarán con la oposición cerril de quienes piensan más en sus intereses partidistasy sectarios que en el interés general de los ciudadanos. Son aquellos que no tratarán de hacer una oposición constructiva sino que prefieren el bloqueo de las iniciativas y las leyes imprescindibles, como es el caso de los Presupuestos Generales del Estado para 2017, de los Presupuestos de las Comunidades Autónomas y de los Presupuestos de los Ayuntamientos. De estos grupos no pueden esperar apoyos útiles y todo el tiempo que dediquen a presentar una imagen dialogante será tiempo perdido para su labor como miembros del Gobierno.

La tercera clave de los miembros del Consejo de Ministros es atender la imperiosa necesidad de poner en valor los principios constitucionales de la igualdad y la solidaridad, sacrificados en los cuatro años anteriores en beneficio del mandato imperioso de estabilidad. Las diferencias entre españoles, o entre Comunidades Autónomas, no pueden seguir aumentando sino que tiene que cambiar de tendencia, para que no se acrecienten las grietas sociales ni se agranden las brechas territoriales. Basta acudir a las estadísticas del INE para confirmar esta realidad que los asturianos, la Comunidad Autónoma que sufre el mayor proceso de divergencia de España, conocemos y sufrimos en grado máximo.

Y la cuarta clave es la de utilizar toda su inteligencia y su capacidad de análisis para huir de las formulas fáciles de subidas de impuestos, tasas, tarifas y precios públicos para financiar sus programas. En España tenemos más recursos al alcance del Gobierno que el de encender la sartén de freír a impuestos a los españoles. Tienen que esforzarse cada día para que el gasto eficiente vaya acompañado del ingreso inteligente, y no de la manivela de la fiscalidad.

Como muchísimos españoles, desde FORO esperamos lo mejor de los nuevos gobernantes.