Vacaciones

La parte más sana de tu maleta: no olvides tu botiquín de vacaciones

La parte más sana de tu maleta: no olvides tu botiquín de vacaciones
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Las vacaciones de verano son uno de los momentos más esperados del año. Sin embargo, cuando ya has elegido destino, cerrado vuelos, hoteles y excursiones varias, hay un paso previo al disfrute que para muchos supone un auténtico quebradero de cabeza y requiere una minuciosa estrategia para no cometer errores: la preparación de la maleta. Hay que elegir bien la ropa en función de los días y el destino elegido, tener bien seleccionado (y que quepa) un calzado adecuado y no olvidarse de la parte tecnológica (teléfono, Tablet, cámara de fotos, y sus respectivos cargadores). Y por supuesto, llevar bien ordenada toda la documentación que podamos necesitar durante el viaje y en nuestro lugar de destino.

Pero junto a todo ello también debemos dejar un hueco para una parte igual de indispensable que las anteriores pero más saludable que ninguna, el botiquín de viaje. Además, no importa el destino. Tanto si hemos elegido un lugar muy exótico como si vamos a quedarnos en territorio nacional es preciso viajar con un kit básico ante cualquier eventualidad sanitaria.

Los que nunca se olvidan de preparar su botiquín de vacaciones son aquellos que padecen una enfermedad crónica o que en ese momento están tomando alguna medicación de forma habitual, según reconoce la doctora Karen Colmenares, responsable de la Unidad de Atención al Viajero del Hospital Quirónsalud Barcelona. En estos casos, es preferible llevar consigo el doble de dosis previstas para los días que vamos a estar fuera de casa, colocarla en maletas separadas por si se pierde parte del equipaje y llevar siempre la receta o una copia del historial médico, en especial si vamos a salir al extranjero.

Otros grandes precavidos con el botiquín son quienes viajan con niños. En estos casos no deben faltar un termómetro; paracetamol y/o ibuprofeno, para la fiebre o el dolor; y material general de curas, desde tiritas a gasas estériles, esparadrapos, algodón o desinfectante, ha explicado la especialista.

A todo ello es bueno sumar repelente de mosquitos (sobre todo si vamos a zonas costeras o húmedas), corticoides o antihistamínicos orales, sales de rehidratación orales o laxantes. Y, también es indispensable incluir métodos barrera para relaciones sexuales y protector solar. Algo que muchos llevan, pero no en el botiquín.

En cualquier caso, antes de iniciar un viaje, sobre todo a según qué países, es preferible acudir a alguna de las unidades del viajero que hay en los hospitales mejor dotados del país, según asegura la doctora Colmenares, ya que en ellas hay especialistas preparados para informar de las medidas preventivas y recomendaciones generales para cada destino, desde vacunas u otros medicamentos, a consejos sobre nutrición o sobre cómo reaccionar de urgencia ante cualquier episodio que afecte a nuestra salud.