Familia
Mediación en principio no; negociación sí, siempre
Terminamos el curso, y con todos los problemas políticos lo terminamos donde lo empezamos o peor. Hasta el punto de que he decidido intentar hasta mas allá que nunca llegar a acuerdos en los pleitos, por los propios clientes, para evitar su frustración, por mí y por la justicia. No puedo gestionar ya la frustración de los clientes al ver que su vida en muchas ocasiones se resuelve de una manera que les resulta frustrante o insatisfactoria o que les hace sentirse no oídos o que el sistema y el estado no les ha dedicado el tiempo necesario para al menos quedarse anímicamente tranquilos. Siempre se ha dicho que vale mas un mal arreglo que un buen pleito, pero en derecho de familia parece que todas las constelaciones se han ido alineando estos últimos años para formar un vía láctea procesal judicial mas parecida a un vía crucis que a algo luminoso en la noche. Hay que negociar queridos amigos y amigas, hay que negociar aunque no sea lo que el cuerpo pida, hay que negociar sin tiempo limite, antes y durante el procedimiento.
¿Que puede aportar la mediación? Es una de las preguntas importantes en esta línea de trabajo. En realidad creo que no mucho. Ni la judicial ni la extrajudicial. Tampoco veo bueno que un abogado sea mediador. Los abogados tenemos una función diferente a la de mediar. Nosotros representamos al cliente y le defendemos. Cuando intervenimos negociamos pero no mediamos. Negociamos desde el conocimiento del derecho y desde la practica y la defensa de los intereses de nuestros clientes; el mediador solo deja hablar a las partes para que lleguen a los acuerdos que estimen oportunos, entre ellos. Conducen la conversación o plantean alternativas pero no asesoran ni defienden. No creo que un abogado pueda asumir adecuadamente ambos papeles, ora defiendo ora me quito la toga y me pongo el traje de mediador. Las estadísticas no son, en lo que puedo conocer, muy halagüeñas, respecto a los casos que han finalizado por mediación, y no olvidemos que los acuerdos de mediación deben ser plasmados en un convenio y ese ha de ser aprobado por el Ministerio Fiscal y por el Juez.
Tampoco en realidad los ciudadanos que van a la mediación creen mucho en la institución y el porcentaje de abandonos es alto. Ya nos metemos en complejidades mayores cuando se trata de elementos internacionales.
En resumen, sin descartar la mediación, creo que la frase es Mediación en principio no, negociación sí, siempre.
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