Manneken Pis Challenge

En Salamanca los universitarios –y algunos jubilados– ya han recibido el año nuevo. La tradición de celebrar la Nochevieja Universitaria antes del 31 de diciembre no es novedad, en la ciudad salmantina se viene desarrollando desde hace veinte años, y la fiesta continúa cada vez con más público. Hay quien lo cataloga de ‹‹macrobotellón››, aunque otros simplemente lo ven como ‹‹una quedada de amigos antes de empezar los exámenes››. Teniendo en cuenta ambas consideraciones, me quedo con la idea de que siempre hay alguien que sale perjudicado. Me dice un amigo de allí que ‹‹esa noche todo el centro se llena de pis y el olor no es muy agradable››. Y yo le respondo que para el próximo año tengan en cuenta la iniciativa del Ayuntamiento de Soria para estas Navidades.

Cuando hay grandes aglomeraciones, bebidas de por medio y pocos lugares donde evacuar, cualquier calle o esquina es un buen servicio. En Soria bien lo saben y ya han encontrado solución para evitar ‹‹que se estropeen las calles y paredes con la suciedad acumulada››: un repelente de orina. El mecanismo es fácil y efectivo, al detectar la orina el producto tiene un efecto rebote que salpica a la propia persona. Hay quien confunde el Mannequin Challange con el Manneken Pis, y claro, la piedra sufre y la erosión se hace notar.

Hagamos de la Navidad una blanca –inmaculada– Navidad, donde el único colorido sea el de luces y adornos. Si en Salamanca lo ponen en práctica el año que viene, más de uno pensará el dónde antes del cómo y la Nochevieja Universitaria quizás descienda de titulación porque los pañales se llevarán puestos.