Nueva York
Retrato de la familia humana
Desde hace unos días un anuncio de Televisión Española nos pide que participemos en un experimento cinematográfico único: filmar nuestra propia vida durante una jornada, hoy sábado 24 de octubre de 2015. Con todo el material que se consiga se hará una película que se llamará “Spain in a day”.
La responsable del montaje final será la directora de cine Isabel Coixet que tendrá que organizar los miles de vídeos que se recojan -en Italia, la RAI recibió 44.000-, para conformar un “censo visual” de España.
Experiencias parecidas han sido llevadas a cabo en Italia, Japón y también a nivel mundial. Esta última dirigida por Ridley y Tony Scott.
La Macro-Encuesta cinematográfica será, además de un documento sociológico impagable, un examen estético, emocional y político de la realidad actual del país.
El antecedente más conocido en España de este tipo de “radiografía” fue el trabajo realizado por 100 de los mejores fotógrafos de la época -25 españoles y 75 internacionales- el 7 de mayo de 1987 y que se plasmó en un libro titulado “Un día en la vida de España”. La obra fue dirigida por Rick Smolan y David Cohen que coordinaron la edición de mas de 3000 rollos de película.
Entre ellos participaron dos jóvenes fotógrafos aficionados: el Rey Don Juan Carlos y el Presidente del Gobierno Felipe González.
La selección de temas abarcó una buena cantidad de tópicos españoles como los toros, el flamenco, la religión, el turismo de sol y playa y la España rural. ETA también estuvo presente. Aquel día los socialistas enterraron a Félix Peña, asesinado por la banda terrorista en un atentado contra la sede socialista de Portugalete. El fotógrafo argentino Diego Goldberg dejó constancia del sepelio en el libro. Todo esto nos da un indicio del trasfondo político que refleja el carácter aquella época.
Hoy tenemos un nuevo Rey, ETA ha desaparecido y ya nadie utiliza película fotográfica. Además, con nuestro móviles todos somos fotógrafos, cineastas y periodistas.
En 1955 el MOMA de Nueva York organizó la exposición “The family of Man”, el más emblemático “reportaje coral” de la historia. La experiencia fue llevada a término por un mito de la fotografía: Edward Steichen. Steichen movilizó a los mejores fotógrafos por todo el mundo para inmortalizar a la gente en todas las actitudes vitales posibles. El resultado es un retrato humano en blanco y negro de una belleza apabullante. Este catálogo de emociones hermosamente confeccionado fue un antídoto contra el clima de la guerra fría.
La familia del hombre resume la idea a la perfección. Toda la familia humana que comparte los mismos sentimientos de amor, dolor, esperanza y, a veces, derrota. La portada y el cierre del libro que se editó, la protagonizan niños; símbolo del futuro: apelan a nuestra capacidad para ayudarles a crecer sanos y felices.
Peter Menzel, un fotógrafo californiano, le dio una vuelta de tuerca al género y abordó el proyecto de fotografiar a 30 familias de todo el mundo rodeados de sus pertenencias en 1994. Contó con la ayuda de otros 16 colegas. Lo más llamativo de la producción fue el tremendo trabajo de sacar todas las posesiones de la familia para formar un bodegón delante de su casa y servir de fondo al conjunto familiar. Una mudanza a la calle antes de ser fotografiados. El efecto de conjunto, bello y sorprendente, y el contraste entre ricos y pobres, resalta las diferencias económicas entre unos y otros pero no oculta el verdadero pegamento que sostiene el mundo: el amor.
En los primeros años de este milenio los geniales periodistas Daniel Lozano y Lola Delgado, nos embarcaron a siete fotógrafos de Madrid en una aventura similar que consistía en captar a 150 personas de otras tantas nacionalidades de las que conviven en nuestra comunidad. Un retrato íntimo de la globalización. No solo somos una misma familia humana, sino que ahora vivimos todos juntos en un mismo espacio compartido. Ya no hay que viajar alrededor del mundo para encontrarse, basta con bajar a la calle para comprobar la diversidad que somos y , sin embargo, todos fabricados con la misma pasta vital. La exposición y el libro que realizamos se llamó “Universo mestizo” y vio la luz en 2005.
Isabel Coixet por delante un ingente trabajo de selección y edición para convertir todo ese material en nuestro retrato, pero cuenta con nuestra colaboración, de la gente, de sus sentimientos, de sus historias.
Estoy ansioso por ver el resultado. ¡Mucha suerte Isabel!
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