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Alfredo Pérez Alencart: “Ningún país se merece líderes como Trump o Maduro, impulsores del caos o el hambre”

El poeta hispano-peruano y colaborador de La Razón publica en Salamanca “Feliz vuelta a casa, señor Trump”, con poemas traducidos a diecisiete idiomas

Alfredo Pérez Alencart con Salamanca al fondo y la portada del libro
Alfredo Pérez Alencart con Salamanca al fondo y la portada del libroLa Razón

Otro aporte poético y otro registro formal el que exhibe Alfredo Pérez Alencart con su nueva obra “Feliz vuelta a casa, señor Trump” (Trilce Ediciones), la cual puede ser descargada libremente entrando a la revista literaria Crear en Salamanca o al portal de la Red Tiberíades. Impresiona la fértil producción de este profesor de la Universidad de Salamanca, como también su credibilidad cristiana a la hora de sentir vergüenza ajena por las complicidades o silencios de muchos líderes religiosos norteamericanos, con relación a los cuatro años de mandato de Trump.

-Leyendo sus versos y comprobando su actitud ante las tropelías de unos y otros, me hacen recordar aquellos de Quevedo que aprendí en mi juventud: “No he de callar por más que con el dedo,/ ya tocando la boca o ya la frente,/ silencio avises o amenaces miedo”. También Quevedo nos dejó buen número de poemas satíricos. ¿Reconoce alguna filiación con él?

-Pues claro, y de Marcial y de un buen número de egregios poetas griegos, latinos e hispanos. Hay que volver al origen para tratar de ser ‘original’. En el libro hay dos poemas centrales que se entroncan son la ironía o el sarcasmo, y en estos casos mi referencia ineludible son los poetas bíblicos, especialmente del notable Jeremías. Estos poemas se han traducido a diecisiete idiomas, para que así tengan una resonancia global, como de alerta contra fanatismos y totalitarismos. Pero en el libro también hay otros tres poemitas, insertos en las dos solapas y en la contraportada, los cuales llevan el sello del Libro de Proverbios, pues son más aforísticos o sentenciosos.

-Veo que ha añadido también, a manera de epílogo, un texto en prosa que resulta abiertamente irónico y mordaz

-Esa fue la intención. A los fanáticos de esta índole no puedes ir dándoles razones o datos fehacientes y comprobados de las aberraciones de alguien a quien adoran, como los antiguos paganos a sus dioses varios. Conviene usar la ironía para que así se demoren algo más en reír las patochadas del mismo, sea Trump o Maduro, impulsores del caos o del hambre. Sean Evo o Bolsonaro, Salvini o Duterte, el polaco Duda y otra cohorte de salvapatrias.

-¿Pero lo hace con citas bíblicas y todo eso?

-Pues claro, la Biblia es una obra que hay que leer de principio a fin; no bastan los fragmentos del catecismo o las predicaciones de los pastores, muchas veces sesgados o decantados solamente hacia una espiritualidad necesaria, pero alejada del entorno social y económico que los rodea, cuestión que la Biblia aborda en algunos temas, como la justicia social, mucho mejor que en El Capital de Carlos Marx.

-¿No cree que ya es hacer leña del árbol caído, tratándose de Trump?

-En forma alguna. Es necesario alzar la voz para hacer ver que gente así, en vez de solución resultan conductores hacia la jungla o el abismo. Recordemos a Hitler y su intentó una insurrección, más conocida como el Putsch de Múnich. Ya sabemos adónde llegó con sus locuras y con su slogan “Alemania primero”. Estoy convencido que los Republicamos moderados han visto las orejas al lobo y hasta dónde puede llegar la destrucción de las instituciones democráticas sólo por seguir la corriente de las masas. Como no lo frenen, la derrota no será solamente electoral.

-Finalmente, es interesante su propuesta multilingüe y las caricaturas que acompañan a esta hermosa obra.

- Un humor muy serio alentó mi tributo global a Donald Trump. Y para ello he contado con una caricatura original realizada por mi amigo-hermano Miguel Elías, destacado pintor y profesor de la Universidad de Salamanca. También he sumado unas magníficas caricaturas del lusitano Vasco Gargalo, quien publica sus caricaturas en los mejores diarios del mundo, y cuya obra me fue recomendada desde Coimbra por la poeta Leocádia Regalo, también traductora al portugués.

Con relación a los traductores, buena parte de ellos también poetas, sólo expresar mi gratitud más genuina a Margaret Saine (inglés), Yong-Tae Min (coreano), Bernadette Hidalgo Bachs (francés), Abdul Hadi Sadoun (árabe), Kirill Korkonósenko (ruso), Vikash Kumar Singh (hindi), Hasmik Baghdasarián (armenio), Željka Lovrenčić (croata), Noemí Vizcardo Rozas (quechua), Janie Raharivola (malgache),Violeta Boncheva (búlgaro), Yohanes Manhitu (indonesio), Vladimer Luarsabishvili (georgiano), Leocádia Regalo (portugués), Gianni Darconza (italiano), Gumercindo Tun Ku (maya) y Beate Igler y Nely Iglesias (alemán).