Sucesos

Investigan un posible abuso sexual al detectar una enfermedad venérea en una niña de cuatro años

Se han iniciado actuaciones para conocer si pudo existir un hecho delictivo

Hospital del Río Hortega de Valladolid
Hospital del Río Hortega de ValladolidlarazonLa Razón

Una investigación judicial indagará sobre un posible delito de abuso sexual en el caso de una niña de 4 años, a la que detectaron una enfermedad venérea cuando acudió al servicio de urgencias de un hospital de Valladolid con su madre, ha avanzado El Norte de Castilla en su edición digital.

Fuentes de la investigación han confirmado a Efe que se han iniciado actuaciones para conocer si pudo existir un hecho delictivo.

Fuentes médicas explicaron que los doctores que atendieron a la niña se sorprendieron cuando los análisis arrojaron la presencia de una patología de transmisión sexual, tras lo que el centro hospitalario se puso en contacto de forma inmediata con los juzgados para comunicar la situación, detalla el periódico.

Tres o cuatro días después -la primera visita al hospital fue la pasada semana- la madre volvió a acudir a las instalaciones sanitarias con su hija para ser atendida de una lesión en la mano, al parecer porque la menor tenía un dedo roto y la extremidad magullada.

Fuentes de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León han manifestado a Efe que los Servicios Sociales no han recibido comunicación de la Justicia sobre la niña, ya que no se encuentra en una situación de desprotección o desamparo, aunque los Servicios Sociales sí harán un seguimiento de la situación de la pequeña.

Condena en Zamora

Hay que recordar que la pasada semana, la Audiencia Provincial de Zamora condenaba a un vecino de un pueblo de la provincia a seis años de prisión por un delito de agresión sexual continuada a su nieta, aprovechando las estancias vacacionales de la niña en la casa de los abuelos maternos entre los once y los quince años.

La condena rebajaba la pena solicitada inicialmente por la Fiscalía, que pidió en el juicio veinte años de cárcel para el acusado, un hombre de 72 años, para el que la defensa había pedido la libre absolución al apelar a la presunción de inocencia del condenado.

La sentencia le obliga además al pago de una indemnización de 10.000 euros a la víctima y le impone medida de alejamiento, prohibición de comunicarse con ella y libertad vigilada durante diez años.

Además considera probado, por el testimonio coherente de la víctima y los informes psicológicos y forenses que dan credibilidad a su relato, que la nieta sufrió tocamientos durante cinco años durante las visitas que realizaba al pueblo de los abuelos, al que se desplazaba sin la compañía de su madre en vacaciones desde su domicilio de San Sebastián.

El hombre se valió de la edad de la niña, de la relación nieta-abuelo para desplegar su “actividad libidinosa” por las noches aprovechando que la niña acudía sola a casa de los abuelos. El condenado, según la sentencia, se introducía en la cama junto a su nieta y, sin mediar palabra, le hacía tocamientos “con ánimo libidinoso por debajo y por encima del pijama o la ropa que llevaba puesta”, principalmente sobre los pechos y la zona de la vagina.