Sucesos

Seis años de cácel por una agresión sexual continuada a su nieta en Zamora

Además la sentencia le obliga al pago de una indemnización de 10.000 euros a la víctima y le impone medida de alejamiento

Audiencia Provincial de Zamora
Audiencia Provincial de ZamoralarazonLa Razón

La Audiencia Provincial de Zamora ha condenado a un vecino de un pueblo de la provincia a seis años de prisión por un delito de agresión sexual continuada a su nieta, aprovechando las estancias vacacionales de la niña en la casa de los abuelos maternos entre los once y los quince años.

La condena, contra la que cabe recurso de apelación, rebaja la pena solicitada inicialmente por la Fiscalía, que pidió en el juicio veinte años de cárcel para el acusado, un hombre de 72 años, para el que la defensa había pedido la libre absolución al apelar a la presunción de inocencia del condenado.

La sentencia, hecha pública este viernes, le obliga además al pago de una indemnización de 10.000 euros a la víctima y le impone medida de alejamiento, prohibición de comunicarse con ella y libertad vigilada durante diez años.

Además considera probado, por el testimonio coherente de la víctima y los informes psicológicos y forenses que dan credibilidad a su relato, que la nieta sufrió tocamientos durante cinco años durante las visitas que realizaba al pueblo de los abuelos, al que se desplazaba sin la compañía de su madre en vacaciones desde su domicilio de San Sebastián.

El hombre se valió de la edad de la niña, de la relación nieta-abuelo para desplegar su “actividad libidinosa” por las noches aprovechando que la niña acudía sola a casa de los abuelos. El condenado, según la sentencia, se introducía en la cama junto a su nieta y, sin mediar palabra, le hacía tocamientos “con ánimo libidinoso por debajo y por encima del pijama o la ropa que llevaba puesta”, principalmente sobre los pechos y la zona de la vagina.

El tribunal ha valorado el testimonio de un exnovio de la víctima al que le confesó lo que le hacía su abuelo y quien le animó a contárselo a su madre y denunciar los hechos. Ha restado menor credibilidad en cambio al testimonio de un hijo del acusado y tío de la víctima que sostuvo en el juicio que su hermana y madre de la niña le había enviado un mensaje de whatsapp que exculpaba al abuelo.

Asimismo, ha considerado que no hay pruebas de la autenticidad de ese mensaje y además la madre tenía una completa personalidad marcada por el abuso de alcohol y pastillas e intentos de suicidio.

La sentencia ha considerado los abusos como un único delito de agresión sexual continuado y no como dos diferenciados como pedía el Ministerio Fiscal debido a que la víctima declaró que creía que una ocasión el abuelo había ido más allá de los tocamientos y había llegado a meterle un dedo en la vagina.