Economía

Empresa Familiar ve muy positivo el anuncio de la supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones

Desde CEOE Castilla y León se exige al presidente Fernández Mañueco que “esta vez” cumpla su promesa de elimnarlo

Rocío Hervella, consejera delegada de Prosol y presidenta de Empresa Familiar Castilla y León
Rocío Hervella, consejera delegada de Prosol y presidenta de Empresa Familiar Castilla y LeónLa RazónLa Razón

La Asociación Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) ha valorado de manera muy positiva el anunciao realizado por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, de retomar “de manera inmediata” el proceso para la supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.

A juicio de la entidad, su supresión contribuirá a la reactivación económica en Castilla y León, ya que facilitará una mayor inversión y frenará la marcha de patrimonios o empresas a otras Comunidades Autónomas y que se trata de un impuesto que solo supone el 0,35 por ciento del total de ingresos vía tributos para la Junta, y que ya ha sido eliminado en otras regiones.

La supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones es una demanda que EFCL ha venido reiterando durante esta pandemia, por entender que se trata de un impuesto injusto y discriminatorio para los habitantes de la Comunidad.

“Confiamos en que la medida pueda tener efectos retroactivos y facilitar, de este modo, que se puedan acoger las familias cuyos familiares han fallecido a causa de la Covid-19”, señala EFCL, que recuerda que la eliminación del impuesto estaba prevista se aprobase en las Cortes de Castilla y León en el mes de marzo del año pasado, cuando fue acordada su suspensión al comenzar la pandemia.

Reacción CEOE

CEOE Castilla y León confía en que “esta vez” el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, cumpla con el anuncio realizado de suprimir el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en la Comunidad, tal y como se volvió a comprometer ayer en el debate de la moción de censura celebrado en las Cortes.

En opinión de la patronal, este tipo de impuestos penaliza “doblemente a Castilla y León”, al crear, por un lado, “ciudadanos de segunda y de tercera en función de la Comunidad en la que vivan, y por otra parte, frenando la inversión empresarial, y, por tanto, la creación de empleo”.

CEOE Castilla y León vuelve a reiterar que es necesario, más en un momento de ciclo económico en fase de desaceleración, que exista una armonización fiscal, para evitar que se agudice la deslocalización de empresas de Castilla y León por el alto nivel impositivo, “que empuja a los empresarios a invertir en otras comunidades con menor carga”.

Por ello, la Confederación solicita que “se siga trabajando en medidas que den seguridad jurídica y fiabilidad a las empresas y a los inversores, para acelerar y no poner límites a la actividad económica del tejido productivo”.

CEOE Castilla y León viene reclamando a las diferentes administraciones un debate en profundidad sobre el sistema fiscal con la finalidad de que sirva para incentivar el desarrollo económico a través de una fiscalidad competitiva para las empresas y para las familias. Esto es, para lograr que el sistema impositivo sea una palanca para la creación de riqueza, de empleo y, en consecuencia, para la generación de mayores ingresos públicos, explican en un comunicado.