Religión
Resaltan la finalidad pedagógica de los escritos de Santa Teresa de Jesús
El doctor Silvano Giordano muestra en el Congreso Internacional el arduo trabajo de la abulense para ser la primera doctora de la Iglesia
“¿Cómo llegó Teresa de Jesús a ser primera doctora de la Iglesia? Apuntes para la historia de su magisterio” ha sido el título elegido por Dr. Silvano Giordano ocd para la conferencia que ha pronunciado durante el Congreso Internacional “Mujer Excepcional. Cincuenta años del Doctorado de Santa Teresa de Jesús” organizado por el Obispado de Ávila, los Carmelitas Descalzos y la Universidad Católica de Ávila (UCAV), con la colaboración de la Universidad Católica Eichstätt-Ingolstadt.
Dr. Silvano Giordano ha expuesto la finalidad pedagógica original de los escritos de Teresa de Jesús, que nacen a partir del deseo de analizar su propia experiencia y al mismo tiempo de comunicarla a sus hermanas. Esta característica fue reconocida y valorada por sus contemporáneos y llevó a publicar muy pronto sus libros, que rápidamente cobraron amplia difusión entre los espirituales y la convirtieron en maestra, reconocida por la autoridad eclesiástica y por los teólogos de profesión. El impulso de la orden de carmelitas descalzos y la causa de beatificación y canonización, culminada en 1622, afianzaron su magisterio y la convirtieron en un punto de referencia para la teología mística.
En el siglo XIX, en medio de un ambiente cultural racionalista y en el contexto de la restauración de la orden de carmelitas descalzos y de la fundación de nuevas congregaciones que se inspiraban de su magisterio, surgió la idea de proclamarla oficialmente Doctora de la Iglesia. Esta primera propuesta, que encontró el favor de muchos y hasta el aprecio del papa Pío XI, no se pudo realizar, al estar vigente una interpretación restrictiva de las afirmaciones del apóstol san Pablo, que no admitía una enseñanza oficial en la Iglesia por parte de las mujeres.
El conferenciante ha mostrado una retrospectiva de las dificultades de la proclamación oficial de Santa Teresa como doctora de la Iglesia. En los años del concilio Vaticano II, se presentó una coyuntura favorable: una renovada lectura de la doctrina teresiana, los centenarios de la fundación de las monjas y frailes carmelitas descalzos, la sensibilidad eclesial hacia el aporte de la mujer, animaron a la orden a dar el paso decisivo. “Gracias al apoyo de los papas Juan XXIII y Pablo VI fue posible, el 27 de septiembre de 1970, reconocer oficialmente en forma solemne dentro de la Iglesia el papel de Maestra que Teresa venía ejerciendo desde hacía cuatro siglos”, ha concluido.
✕
Accede a tu cuenta para comentar