Más de 24.000 personas sufren covid persistente en Castilla y León

Desde que el coronavirus irrumpiera en nuestras vidas en marzo del pasado año, un total de 238.151 personas de Castilla y León se han contagiado por SARS-CoV-2, como así se denomina al virus, y de ellos, alrededor de 24.000, el diez por ciento, sufren complicaciones de diversa índole, como cefaleas o malestar general, una vez que han superado la enfermedad, lo que se denomina como covid persistente.

Se trata de personas que no se han repuesto completamente de las consecuencias de este virus que se ha llevado la vida de más de ocho mil personas en esta Comunidad, y que siguen desarrollando síntomas que les incapacitan para poder llevar una vida normal, o al menos como la que tenían antes de la pandemia.

Para dar respuesta a este problema cuyas magnitud está aún por determinar, la Consejería de Sanidad se ha adelantado para estar preparados ante lo que pueda ocurrir en el futuro y ha elaborado un programa de atención integrado a pacientes con covid persistente para la detección y seguimiento de estas personas en el que se aborda esta enfermedad infecciosa como un proceso que se une a los 25 que ya existen en la actualidad.

Este plan se dirige a los profesionales sanitarias, a los que se ofrece una guía de ayuda a la que podrán acudir cuando en su consulta tengan delante a un paciente con covid persistente. “Se trata de un programa que unifica criterios profesionales por lo que sirve de guía a los médicos a la hora de realizar un diagnóstico o proponer un tratamiento a sus pacientes”, destacaba la consejera de Sanidad, Verónica Casado.

Además, este plan ayudará también a reducir la variabilidad clínica y, por ende, a terminar con las ineficacias desde el punto de vista científico, según apuntaba el director general de Planificación y Asistencia Sanitaria, el doctor Alfonso Montero, quien defendía la “rigurosidad” de este documento y explicaba que todos los pacientes incluidos en este proceso tendrán a su disposición todos los recursos del sistema sanitario.

Esta guía se actualizará de forma permanente en función de las nuevas investigaciones y publicaciones que vayan saliendo sobre la covid y, sobre todo, establecerá criterios de atención a medio y largo plazo que permitirán realizar una evaluación y detección precoz de complicaciones o secuelas y, por lo tanto, poder dar un tratamiento más personalizado y eficaz.

Crecen las citas presenciales

Por otra parte, la consejera de Sanidad destacaba este miércoles el “incremento significativo” de la atención sanitaria presencial en la Atención Primaria, tanto para consultas con el médico de familia como para enfermería. De hecho, en lo que respecta a la asistencia presencial por parte del médico de cabecera esta supera ya el 40 por ciento, que se eleva a un 67 por ciento en Enfermería. Además, el sistema de cita presencial a demanda del paciente ya está disponible en toda la Comunidad.

Casado aseguraba que durante la primera semana del nuevo modelo de citación presencial se alcanzó el 33,4 por ciento de consultas frente al 36,5 por ciento de la anterior en el caso de medicina de familia, mientras que en Enfermería, se pasó del 61,84 por ciento en la primera semana, al 65,1 de la anterior y al 67,28 por ciento actual.

Además, la consejera avanzaba que este crecimiento progresivo seguirá aumentando en las próximas semanas ya que en el caso de la medicina se está produciendo una “confluencia” entre el porcentaje de citas presenciales y telemáticas semana a semana.

Por otro lado, Casado informaba del incremento de la presión asistencial en la Atención Primaria en relación a 2020 y 2019, ya que solo en los meses de marzo, abril y mayo de este año ha habido más atención que en los dos anteriores juntos. Por ello, destacaba la labor de los sanitarios ante una carga de trabajo inmensa y compleja por las citas telefónicas.

Finalmente, Verónica Casado apuntaba que en estos momentos los médicos atienden de media a 31 pacientes al día, 25 en el medio rural y35,8 en el urbano, mientras que en Enfermería ven a una quincena de enfermos de media, trece en los pueblos y 17 en las ciudades, pero sin contar las curas, inyectables y las extracciones de sangre.