Medio Ambiente
Castrovido se llena de agua y de vida
Diecisiete años después de la colocación de la primera piedra, este embalse burgalés llamado a solucionar las inundaciones del río Arlanza, comienza con el proceso de carga que durará dos años
Diecisiete años después de aquél 23 de febrero de 2004 en el que se colocara la primera piedra en el 2004, este viernes ha comenzado el proceso de llenado del embalse de Castrovido, ubicada en la localidad burgalesa de Salas de los Infantes, que será progresivo y que se prevé que concluya en dos años, para tener una infraestructura que solucione las inundaciones del Arlanza.
La presa, de gravedad y planta recta en hormigón en masa, cuenta con una capacidad máxima de 44 hectómetros cúbicos y tiene 534 metros de longitud en coronación además de una altura máxima sobre cimientos de 95 metros. Cuenta con dos torres de toma, dos aliviaderos (inferior y superior) y dos desagües de fondo, así como con todos los elementos electromecánicos necesarios para su control destacando la complejidad del sistema de auscultación pero visto para el control de la infraestructura. La inversión total del proyecto alcanza los 250 millones de euros.
Mediante la regulación del Arlanza, la presa asegura además el mantenimiento de un adecuado caudal ecológico, impidiendo la alteración del ecosistema y garantiza los diferentes usos destinados al riego y al abastecimiento demandados, con un absoluto respeto por el ecosistema fluvial.
Se trata de una infraestructura que va a contribuir a mitigar las crecidas que afectan a las poblaciones del entorno del Arlanza y que ya se puso a prueba tras las lluvias en enero.
El embalse de Castrovido ha comenzado su actividad de puesta a punto con la presencia del Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien ha valorado la importancia de una infraestructura como esta para gestionar los problemas de inundaciones que han sucedido durante años y que han necesitado de ingeniería para evitarlo.
De hecho, la presa evitó la inundación de localidades comoSalas de los Infantes, Lerma y Covarrubias, explicaba Cristina Danés, presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, durante el acto, en el que recordaba especialmente a todas las personas que han trabajado en la construcción y puesta en marcha de esta presa, sobre todo a los cuatro trabajadores que perdieron la vida en 2011 y que provocó su paralización durante varios años.
La regulación del Arlanza permite asegurar el mantenimiento de un adecuado caudal ecológico, impidiendo la alteración del ecosistema y garantizando los diferentes usos de riego y abastecimiento de aguas. Para el Secretario de Estado, es necesario este tipo de soluciones en un país como España que cuenta con más de mil presas pero quedan aún soluciones residuales por acometer.
La presidenta de la Confederación ha confirmado que las pedanías serán las encargadas de la conservación y mantenimiento de las zonas de esparcimiento del lago artificial formado en la presa de cola.
El proceso de llenado ha comenzado con esta puesta a punto pero no estará al cien por cien de funcionamiento al menos hasta dentro de dos años, condicionado por la pluviometría
“Es un proceso complejo y exhaustivo pero muy necesario para su explotación y unido a esto se va a licitar la construcción de un sistema de depuración de aguas residuales de los pueblos que vierten aguas arriba del embalse”, explicaba Danés.
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