La USAL estrena sede para celebrar sus Cursos Internacionales

El reformado Colegio de San Bartolomé se ha convertido en la nueva sede de los Cursos Internacionales de la Universidad de Salamanca (USAL). Una inversión realizada de manera íntegra por la Junta que ha supuesto una inversión de siete millones de euros, a la que el rector Ricardo Rivero, agradeció «en pro de la cultura del español».

«Es un tiempo para destacar que Salamanca y la Universidad se esfuerzan con hechos y con colaboraciones con las instituciones más potentes en la realización de proyectos vinculados a la enseñanza del español y a la proyección de la cultura y a la atracción de los profesionales», manifestó Rivero.

Un acto donde estuvieron presentes tanto la consejera de Educación, Rocío Lucas, como el de Cultura y Turismo, Javier Ortega. Lucas señaló que con este nuevo edificio «se da un paso más en esa apuesta por la enseñanza del español y por la internacionalización», algo que repercutirá en atraer mayor alumnado y ofrecer mayor prestigio porque el presente y el futuro del estudio del español pasa por la Universidad de Salamanca», señaló.

Por su parte, Javier Ortega hizo una defensa de la Universidad de Salamanca como epicentro de la enseñanza del español. «Somos una Comunidad que lleva un trabajo realizado durante muchos años. No es algo nuevo, no es algo que saquemos ahora a relucir. Esto es una piedra más en el camino para construir el futuro que queremos para la Universidad, la ciudad de Salamanca y la Comunidad con respecto a lo que representa el español, como uno de los principales patrimonios que atesoramos. Por eso, vamos a seguir apostando y apoyando una industria tan importante».

La inauguración de las nuevas instalaciones culminó con la celebración de la ceremonia de apertura oficial de los LVIII Cursos de Lengua y Cultura Españolas, presidida por el rector y en la que el director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz, ofreció la conferencia inaugural titulada «Política y Lengua». Muñoz también aprovechó la ocasión para ensalzar la extraordinaria relación que existe entre Salamanca y la institución que representa.