Sociedad

¿Cómo se va a combatir la exclusión financiera en el medio rural?

Castilla y León se moviliza para hacer frente a un problema que, según algunos estudios, en apenas tres años dejará a dos de cada diez ciudadanos sin acceso a dinero en efectivo

Bibliocajero que ha empezado a utilizarse en la provincia de Salamanca
Bibliocajero que ha empezado a utilizarse en la provincia de SalamancaDavid ArranzAgencia ICAL

El cierre de oficinas bancarias en España es una triste realidad desde hace unos años, y que se ha agravado aún más si cabe con la pandemia -se estima en más de 1.700 las sucursales que han echado el cierre en todo el país mientras que en Castilla y León ya no existen alrededor de la mitad de las que había- lo que está provocando un panorama ciertamente desalentador en el medio rural principalmente, precisamente cuando más se está hablando de la lucha contra la despoblación, de ayudar a la España que se vacía y del reto demográfico, lo que supone un contrasentido.

Y es que muchos municipios de la España del interior, con Castilla y León a la cabeza, se han quedado sin acceso a dinero en efectivo, y tampoco pueden pagar con tarjeta o mediante bizum, ahora tan de moda tras la crisis sanitaria, porque carecen de conexión a internet de calidad o de cobertura móvil a lo que hay que sumar el hecho de que al cerrarse la caja o el banco que aún quedaba en su municipio, han perdido, además, a una persona de confianza que les echaba una mano en sus finanzas.

En resumen, son personas que, en estos momentos, sufren exclusión financiera por lo que tienen que desplazarse a municipios cercanos para poder disponer de dinero en efectivo. Lo que genera otro problema, que es el de la movilidad, puesto que la gran mayoría de estos ciudadanos que viven en los pueblos son personas mayores con dificultades para moverse y desplazarse a otros lugares, por lo que necesitan de la ayuda de familiares o amigos de confianza para ello.

Un grave problema que, en apenas tres años, dejará a dos de cada diez ciudadanos sin acceso a dinero en efectivo, según algunas previsiones.

Para dar respuesta, desde las administraciones se están llevando a cabo diversas iniciativas, algunas de ellas originales, sencillas y de bajo coste, para evitar esta creciente y preocupante desertización financiera en el medio rural, que en estas líneas se va a intentar explicar y contar.

Bibliocajeros

Es el caso, por ejemplo, de una medida que es pionera en España y que se ha puesto en marcha recientemente en la provincia de Salamanca de forma experimental y, de momento, con un buena acogida y mejor aceptación. Se trata de los denominados “Bibliocajeros”.

¿Y que son? Pues se trata de los bibliobuses que utiliza la Diputación de Salamanca para llevar la cultura, mediante libros, música o películas a los pueblos que carecen de una biblioteca estable en el municipio, a los que se ha instalado un cajero automático en ellos que gestiona Prosegur Cash, compañía de logística y gestión del efectivo.

De esta forma se aprovechan las rutas de bibliobuses ya en marcha por la provincia para este fin cultural para que los habitantes del medio rural puedan disponer de efectivo y, de paso, coger un libro, un cedé o una película con la que disfrutar unos días hasta su devolución. Una iniciativa que, según informan fuentes de la institución provincial salmantina, apenas supondrá un coste para las arcas provinciales de 18.000 euros para un proyecto que servirá para estudiar nuevas posibilidades en el futuro.

Manuel Benito, de 88 años, ha sido el primero en utilizar este cajero del bibliobus acompañado de su bisnieto de ocho años, Óscar Benito, quien aprovechaba también para elegir un libro con el que disfrutar de una aventura en los próximos días.
Manuel Benito, de 88 años, ha sido el primero en utilizar este cajero del bibliobus acompañado de su bisnieto de ocho años, Óscar Benito, quien aprovechaba también para elegir un libro con el que disfrutar de una aventura en los próximos días.David ArranzAgencia ICAL

En estos momentos, de los 362 municipios que hay de la provincia, en 296 no hay oficina bancaria y este servicio de momento se ha puesto en marcha en 171 localidades pero que se irá extendiendo al resto de pueblos poco a poco.

Una iniciativa que está causando sensación e interés en otras partes de España, ya que según avanza Javier Iglesias, presidente de la Diputación de Salamanca, ya han preguntado por este proyecto las diputaciones de Málaga, Teruel y el propio Gobierno de Cantabria.

Datáfonos

Desde el Gobierno de Castilla y León, por su parte, también están trabajando en otras medidas encaminadas a evitar exclusión financiera del medio rural, y se trabaja en un proyecto de bancarización en los pueblos que se han quedado sin sucursales, que según los últimos datos disponibles, se estima que son alrededor de 366.000 las personas que viven y trabajan en el medio rural de la Comunidad que tienen que desplazarsepara poder disponer de dinero efectivo al carecer en su municipio de un punto estable para ello.

Esta iniciativa, aún en estudio, prevé instalar cajeros automáticos en lugares estratégicos del municipio como pueden ser las farmacias, que serían gestionados por empresas o entidades financieras a las que se subvencionaría para que les pueda salir rentable la instalación de estos recursos financieros. En este proyecto de bancarización, demás, también se quiere garantizar el uso de datáfonos a través de la mejora de la cobertura y el acceso a internet de calidad, condición imprescindible para que estos aparatos puedan funcionar y, de paso, permitir que, al menos, los habitantes del medio rural puedan pagar sus compras con tarjeta.

El vicepresidente Francisco Igea avanzaba recientemente que se está trabajando en este proyecto de bancarización del medio rural, y aunque no daba una fecha de su puesta en marcha sí que dejaba entrever que no se alargará mucho en el tiempo.

La instalación de cajeros automáticos públicos es, a priori, la solución más sencilla aunque requiere de inversiones y de una logística también. En Burgos, por ejemplo, según un estudio del Banco de España hay más de trescientas poblaciones de las 371 que hay en la provincia que no disponen de cajero automático. La Diputación de Burgos que preside César Rico trabaja también para dar respuesta a este problema que empieza a ser acuciante en el medio rural burgalés y en los próximos presupuestos de la provincia para 2022 incluye una partida económica de más de 250.000 euros ampliables para ayudar a las entidades financieras a establecer cajeros automáticos en estos lugares con exclusión financiera.

Cajeros automáticos multiservicios de la Diputación de Valladolid
Cajeros automáticos multiservicios de la Diputación de ValladolidDip. ValladolidLa Razón

Cajeros multiservicios y banca móvil

De la misma forma, la Diputación de Valladolid ya trabaja desde hace unos meses en un proyecto piloto que funciona con éxito en cinco municipios de la provincia que no disponen de cajero automático, como son Matapozuelos, Valdestillas, Alcazarén, La Pedraja de Portillo y San Miguel de Arroyo, en los que se han instalado cajeros multiservicios para poder prestar servicios financieros a los habitantes de estos municipios, además de poder pagar tributos o realizar operaciones.

Un proyecto que está teniendo una gran acogida y que, pro ello, la institución que preside Conrado Íscar va a mejorar y ampliar. Para ello, esta semana se ha anunciado desde la institución provincial vallisoletana que se ha iniciado la tramitación de la contratación de un cajero móvil para que 171 municipios de la provincia puedan tener acceso a dinero en efectivo.

El servicio incluirá un vehículo en el que se instalará un cajero y que realizará diferentes rutas por la provincia. La empresa adjudicataria se encargará de diseñar las rutas y los días y horarios pero tendrá que tener en cuenta varios criterios: que en los municipios de menos de 125 habitantes la frecuencia sea de una vez al mes, y dos veces en las localidades que tengan más de este número de vecinos.

Cajero automático en una oficina de Correos
Cajero automático en una oficina de CorreosCorreosLa Razón

Correos

La empresa pública tiene en marcha un proyecto de bancarización en el que alquilará las oficinas que tiene por toda España para que las entidades financieras instalen cajeros automáticos. En un principio, la idea de Correos es instalar a lo largo del próximo año unos 1.500 cajeros, en tres fases de 500 cada una, y gran parte de ellos, en pueblos de entre 500 y tres mil habitantes que no tengan oficina bancaria o estén a punto de quedarse sin ella, aunque el problema es que solo se instalarían donde hay oficina de Correos, por lo que los pueblos más pequeños quedarían excluidos. Pero menos es nada, que diría aquél.

En Castilla y León, Correos instalará en sus oficinas de la Comunidad 110 cajeros automáticos, de los que 60 se ubicarán el localidades menores de 3.000 habitantes, principalmente de las provincias de Soria, Palencia y Ávila.

El proveedor seleccionado para gestionar este proyecto es Euronet Wordlwide y se pondrán en marcha en fachadas accesibles al público las 24 horas del día o en los vestíbulos de acceso a las oficinas de Correos en su horario de apertura.

Además, la compañía tiene un acuerdo con Banco Santander por el que los clientes de esta entidad financiera pueden retirar efectivo o hacer ingresos en cualquier oficina de Correos. Un servicio que permite pedir la entrega, por parte de un cartero, de hasta 500 euros al cliente o a un tercero que también sea usuario del Santander en cualquier domicilio de España.

Y se ha dotado a los 683 carteros rurales que trabajan en la Comunidad de PDA, terminales que permiten ofrecer los mismos servicios que las oficinas urbanas de la compañía.