Deporte

Raquel Martín, campeona de España de vuelo acrobático: “En el aire no me da tiempo a sentir adrenalina”

La joven piloto salmantina de 25 años acaba de lograr su segundo oro consecutivo en la categoría “Deportivo” y apunta a lo más alto de este deporte

Castilla y León y Salamanca pueden presumir de poder contar no solo con la mejor piloto de vuelo acrobático de España sino, además, con la mujer con más proyección en este deporte de altura de la acrobacia aérea a nivel internacional.

Y es que a sus 25 años, Raquel Martín, salmantina de Santa Marta de Tormes y piloto comercial con más de mil horas de vuelo a sus espaldas en apenas dos años y medio que lleva trabajando en Iberia, acaba de lograr recientemente su segundo oro consecutivo en el Campeonato de España de Vuelo Acrobático en la categoría de “deportivo”, una de las cinco existentes, que se celebraba en el aeródromo vallisoletano de Matilla de los Caño.

Raquel lograba 2075.003 puntos y un 64,44 de porcentaje mientras volaba y deleitaba a los presentes con un avión Extra 300.

“La verdad es que estoy muy contenta con esta segunda medalla de oro que supone un gran logro y un orgullo para mi, porque me da un empujón más para seguir entrenando y poder subir de categorías”, destaca esta joven piloto a LA RAZON, que también cuenta con una medalla de bronce lograda en 2020, por lo que suma tres preseas en otras tantas competiciones.

Cuentan los expertos que el vuelo acrobático es, además de un espectáculo sin igual, la capacidad que tiene una persona para maniobrar con precisión una aeronave en el espacio tridimensional. De hecho, la gran mayoría de piruetas incluyen la rotación del aparato sobre su eje longitudinal, su eje transversal o su eje vertical, para lo cual hace falta un gran dominio de la situación por parte del piloto.

Raquel Martín, en lo más alto del podio junto a Juan Pérez y Jesús Villapalos
Raquel Martín, en lo más alto del podio junto a Juan Pérez y Jesús VillapalosCEVALa Razón

Raquel cuenta con el apoyo como instructor del piloto navarro Cástor Fantoba, actual subcampeón del mundo de freestyle y 17 veces campeón de España Absoluto y campeón de Europa Absoluto en 2014. “En mi familia no hay nadie que se haya dedicado o esté relacionada con la aviación, y tampoco he tenido un ídolo en quien me haya fijado o animado a dedicarme a esto, pero sí que es verdad que Cástor es un referente para mi y me gustaría alcanzar su nivel en el futuro”, señala, a la vez que apunta que el hecho de poder aprender de los mejores es un aliciente más.

La joven piloto salmantina recuerda que fue cuando cumplió los 13 años y empezó a reflexionar y pensar sobre su futuro en la vida, cuando decidió que quería ser pilotar aviones de pasajeros. Creo que lo que más influyó fue el hecho de que desde mi colegio veía cada día pasar a los aviones militares que salían y aterrizaban en la base aérea de Matacán; ahí me di cuenta de a lo que quería dedicarme”, afirma Raquel, quien agradece y destaca el apoyo que siempre ha tenido por parte de sus padres. “Cuando les dije lo que quería me respaldaron en todo momento y se mostraron encantados”, apunta.

La joven apunta más alto y a corto plazo asegura que su objetivo es conseguir llegar a la categoría “ilimitado” que es la máxima en el vuelo acrobático y que, además, le permitiría participar también en modalidad de “Fiesta” a la que podría acceder por invitación.

Si bien, a medio plazo es más ambiciosa y su reto es poder formar parte del equipo nacional de España de vuelo acrobático y participar en competiciones internacionales. “Es mi sueño y en ello estoy trabajando”, señala la piloto, quien destaca que para cada campeonato que prepara lleva a cabo entre diez y quince entrenamientos.

Raquel Martín escucha las indicaciones de Cástor Fantoba, su instructor
Raquel Martín escucha las indicaciones de Cástor Fantoba, su instructorCEVALa Razón

Cuenta Raquel que en la competición de la categoría “Deportivo” vuelan dos programas. Uno el primer día, que es el conocido, puesto que han podido entrenarlo durante los meses anteriores a la competición.

“Para esta prueba necesitamos estudiar bien lo que vamos a volar, cómo vamos a realizar cada figura con el avión de la forma más geométrica y precisa posible y en qué punto exacto de la caja vamos a hacer la maniobra. Y todo esto lo preparamos en tierra antes de entrenarlo arriba en el aire en varias tandas de entrenamientos”, explica esta joven que nada más salir de la escuela de vuelo ingresó en Iberia como piloto comercial y que reconoce la exigencia y preparación que requiere este deporte en tierra para que luego todo salga a pedir de boca en el aire.

Mientras que el segundo día, ejecutan un programa denominado desconocido, que les dan nada más terminar el primer día de campeonato y no han entrenado nunca, pero que deben preparar mentalmente en su casa y ejecutarlo al día siguiente.

Para Raquel el vuelo acrobático es un deporte que engancha y asegura, contundente, que nunca pasa miedo, ya que si no, dice, “no subiría en la vida”. Pero lo que más llama la atención es que, cuando está ahí arriba en el cielo realizando piruetas y acrobacias, no siente adrenalina.

“La verdad es que mucha gente me lo dice pero no tengo esa sensación porque estoy muy concentrada en lo que hago y en las figuras que tengo que hacer en cada momento”, señala.

De hecho, y aunque destaca la libertad y la diversión que te da este deporte, afirma que los ratos que pasa volando son los momentos con más concentración que ha tenido en su vida.

Raquel Martín piloto salmantina, campeona de España de vuelo acrobático en la categoría "Deportivo"
Raquel Martín piloto salmantina, campeona de España de vuelo acrobático en la categoría "Deportivo"CEVALa Razón

“Cualquier piloto debería experimentar el vuelo acrobático al menos una vez en la vida por la seguridad y experiencia que te aporta”, señala.

Raquel señala que nunca ha sufrido pegas o inconvenientes por ser mujer y asegura que le gustaría que más mujeres pudieran disfrutar de este deporte. Al respecto, cuenta que a las que le preguntan por lo que hace intenta animarlas para que se apunten a una escuela. Y, finalmente, afirma que nada le alegraría más que su ejemplo y logros que pueda obtener en el futuro sirva de ayuda en este cometido y de referente para muchas más mujeres.