Tribunales

Cuenta atrás para el juicio por el asesinato a puñaladas de un joven durante un botellón en León

La Fiscalía pide 22 años de prisión para el acusado, J.C.B., por clavar a la víctima una navaja "con ánimo de acabar con su vida y sin que tuviera posibilidad de defenderse”

Audiencia de León
Audiencia de LeónLa RazónLa Razón

Un joven estudiante de Derecho de la Universidad de León (ULe) se enfrenta a 22 años de cárcel acusado de la muerte violenta, en mayo de 2021, de otro alumno de esa institución académica, natural de Colindres (Cantabria), unos hechos que la Fiscalía considera que constituyen un delito de asesinato y que serán juzgados desde mañana, lunes, en la Audiencia de León.

El juicio, que se prolongará durante seis jornadas por el sistema del tribunal del jurado, comienza este lunes con la declaración de más de una treintena de testigos y cinco pruebas periciales.

En sus calificaciones provisionales, la Fiscalía sostiene que sobre las 3.50 horas del 16 de mayo de 2021, el acusado, que contaba 21 años cuando sucedieron los hechos, se encontraba en las inmediaciones de un descampado ubicado en la calle El Tejo de León junto a unos amigos y en un momento determinado se inició una discusión con otro grupo de jóvenes allí congregados, entre los que se encontraba la víctima, de 18 años.

Añade que la víctima, que estudiaba el primer curso de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad de León, trató de huir del lugar y fue perseguido por el acusado, quien, durante la carrera y "con ánimo de acabar con su vida", le clavó en el costado izquierdo una navaja con una hoja de unos 16 centímetros de longitud.

Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió una herida que le causó la muerte dos horas después en el Hospital de León.

Según el parte médico aportado por la Fiscalía, el joven sufrió una herida penetrante inciso punzante en hemitórax derecho que penetró en el mismo, seccionando músculos y que atravesó el pulmón derecho y alcanzó la arteria pulmonar derecha, provocando una hemorragia masiva que dio lugar a un shock hemorrágico.

Tras los hechos el acusado huyó del lugar y se puso en contacto con un amigo a quien le relató lo que había sucedido y le pidió que fuera a buscarle en las inmediaciones de la localidad de Navatejera.

Cuando este llegó al lugar el acusado se encontraba con otras dos personas y le trasladó hasta su domicilio en el barrio de Eras de Renueva.

Una vez identificado por la Policía por medio de testigos de la agresión, los agentes se dirigieron al domicilio del acusado, quien en un primer momento se negó a abrir la puerta, lo que hizo instantes después tras la mediación de un abogado.

Aunque se negó a entregar el arma homicida, los agentes la localizaron en un armario durante un registro de la vivienda.

Cuando la Policía llegó al lugar de los hechos los amigos de la víctima relataron a los agentes que se encontraban allí de botellón cuando se les acercó un grupo de seis personas que comenzó a agredirles.

Durante la instrucción del caso, el acusado explicó en su declaración que la reyerta fue fruto de una provocación anterior del grupo de la víctima, al que siguieron hasta la zona del barrio de La Palomera donde sucedieron los hechos.

El pasado viernes se eligió el jurado popular y mañana arrancará el juicio con la declaración del acusado.