Sociedad

La Diputación de Valladolid rinde homenaje póstumo al hispanista británico Edward Cooper

Conrado Íscar ha agradecido la donación del archivo personal del historiador británico y ha anunciado que la biblioteca del Castillo de Fuensaldaña llevará su nombre

Homenaje póstumo al hispanista británico Edward Cooper de la Diputación de Valladolid
Homenaje póstumo al hispanista británico Edward Cooper de la Diputación de ValladolidDip. Valladolid

El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, ha participado esta tarde en el Castillo de Fuensaldaña en el acto de homenaje al historiador británico Edward Cooper, quien tras su fallecimiento, ha donado su archivo documental a la institución provincial.

Tal y como ha señalado en su intervención Conrado Íscar, este acto, en el que han participado investigadores, allegados, expertos historiadores y amigos que han recordado su persona, “es el primer paso para la puesta en valor de la obra de Edward Cooper” y ha incidido en que “vamos a trabajar con todas nuestras fuerzas para demostrar que ceder todo su archivo documental a esta institución fue un verdadero acierto y sin duda alguna, la mejor manera de seguir divulgando su gran labor investigadora”. El primer paso será que la biblioteca del Castillo de Fuensaldaña pasará a llamarse Biblioteca Edward Cooper.

En este sentido, ha señalado que, en primer lugar, desde la Diputación de Valladolid “trataremos científicamente todo el archivo donado para ponerlo a disposición del personal investigador que quiera acercarse a su trabajo sobre los castillos y fortalezas de toda España”. Asimismo, “editaremos el próximo año un libro monográfico dedicado a este Castillo de Fuensaldaña, que contó de inicio con su dirección científica. Y a ello sumaremos también la organización de un Congreso Internacional, en el que estamos ya trabajando, y que servirá de homenaje póstumo al gran hispanista”.

Más de 40 personas llegadas del Reino Unido, Estados Unidos y diferentes puntos de España han participado en el homenaje, que ha sido amenizado con un pequeño recital de música clásica, ya que el profesor Edward Cooper era, además, un gran músico y tocaba varios instrumentos de aire como la flauta y el fagot.

Edward Cooper comenzó su andadura por España a mediados de los años sesenta del siglo XX, y durante décadas fotografió sus castillos y torres de vigilancia. Este testimonio es único, puesto que la mayoría de los monumentos han sufrido enormes transformaciones, o incluso han desaparecido.

Junto con esta labor testifical de la historia, Cooper llevó a cabo una ingente labor investigadora, accediendo a archivos históricos privados, pero también tan relevantes y significativos como el Archivo Histórico de Simancas y el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid.

El archivo donado a la Diputación de Valladolid incluye toda la documentación gráfica (negativos de fotografías, pruebas fotográficas, diapositivas, etc.) así como libros, diferentes escritos y exposiciones.