Medio Ambiente
El incendio de Ávila se complica cada vez más y encara las horas más complicadas
El fuero ya ha arrasado más de 500 hectáreas
El incendio forestal que se declaró a última hora del lunes 28 de julio en el Barranco de las Cinco Villas, al sur de la provincia de Ávila, se está complicando cada vez más debido al viento, la orografía y el combustible, y encara las horas "más complicadas" de la jornada.
El director técnico de extinción, Ángel Iglesias, ha reconocido a los periodistas que la situación es bastante complicada para un dispositivo que supera ampliamente las 300 personas y que cuenta con numerosos medios entre los que destacan dieciséis aéreos, para tratar de atajar las llamas que avanzan en dirección a la localidad de El Arenal.
Iglesias, que ha calculado en unas 500 las hectáreas que pueden haber ardido en esta zona especialmente sensible de la provincia de Ávila desde el punto de vista medioambiental, ha destacado que los trabajos en la 'cabeza' del fuego tienen muchísimas dificultades, ante los "tres factores muy complejos que se han alineado", en referencia a la orografía del terreno, el viento y el combustible.
En este sentido, ha reconocido que cualquier actuación directa sobre el incendio resulta "prácticamente imposible", de manera que el dispositivo desplegado en la zona trata de organizar un ataque indirecto para contener las llamas en un perímetro seguro, ya que existen focos secundarios y constantes.
Aunque no están previsto cambios en la dirección del viento, que ahora empuja las llamas en dirección al municipio de El Arenal, el director técnico de extinción ha admitido que "la realidad no es muy halagüeña" y "no es sencilla".
"Nos queda mucho incendio por delante", ha añadido Ángel Iglesias, antes de apuntar que los esfuerzos del operativo se centrar en tratar de "atajar la cabeza del incendio" a la altura del cortafuegos que se encuentra en la frontera entre los municipios de Mombeltrán y El Arenal.
Aunque no ha querido "alarmar" a la población de El Arenal "antes de tiempo", Iglesias ha indicado que la actuación en este cortafuegos es "una oportunidad" que espera que "resulte", ya que de lo contrario, el municipio arenalo "podría verse afectado y el pueblo no está lejos".
Se trata de una "estrategia de ataque indirecto" para ver si "funciona", ya que el viento que conduce las llamas hacia El Arenal van "muy deprisa" y la preocupación es que supere "las líneas de control".
"Depende mucho del viento y del alineamiento de factores, que es crítico", ha insistido Iglesias, para después remarcar que son "tres vectores muy desfavorables" para controlar un incendio que, prácticamente desde que surgió entre los municipios de Cuevas del Valle y Mombeltrán, ha sido declarado con el Índice de Gravedad Potencia 2 (IGR2), el máximo de la Junta y la Situación Operativa 2 (SIT2).
Una vez revocado el confinamiento parcial que ha afectado a Mombeltrán, que tiene 916 vecinos censados -aunque en esta época son muchos mas-, y que obligó a desalojar a medio centenar de personas que ya han retornado a sus casas, ahora las llamas arrasan parte del monte que ya se quemó en 2009 y que ahora se estaba regenerando. Aquel fuego carbonizó en torno a 5.000 hectáreas y causó dos muertes.
Por el momento, en esta ocasión ya ha fallecido un manguerista de 58 años en un accidente al salirse de la vía su coche particular con el que acudía a sumarse a las labores de extinción.