Cultura

La memoria y el habla del Valle de Fornela (León), objeto de estudio de una Beca Ralbar

El proyecto de Ariadna González Blanco, alumna de la Universidad de León, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Peranzanes

Ariadna González Blanco, estudiante del Grado en Lengua Española y su Literatura en la Universidad de León (ULE) junto a a alcaldesa de Peranzanes en uno de los talleres desarrollados dentro del proyecto titulado ‘Un viaje por la memoria de París: recuperación del dialecto de Fornela y la jerga de los vendedores ambulantes’
Ariadna González Blanco, estudiante del Grado en Lengua Española y su Literatura en la Universidad de León (ULE) junto a a alcaldesa de Peranzanes en uno de los talleres desarrollados dentro del proyecto titulado ‘Un viaje por la memoria de París: recuperación del dialecto de Fornela y la jerga de los vendedores ambulantes’ULEULE

Ariadna González Blanco, estudiante del Grado en Lengua Española y su Literatura en la Universidad de León (ULE) ha dedicado este verano al desarrollo de un proyecto titulado ‘Un viaje por la memoria de París: recuperación del dialecto de Fornela y la jerga de los vendedores ambulantes’, tarea que ha podido llevar a cabo gracias a una de las Becas Ralbar concedida por la institución académica y el Banco Sabadell.

El Valle de Fornela está compuesto por siete pueblos, cinco bañados por el río Cúa (Cariseda, Chano, Guimara, Peranzanes y Trascastro) y dos que se encuentran más alejados, Faro y Fresnedelo. Se trata de un entorno “desconocido para muchos, que destaca por sus paisajes, pero también por su historia y que goza de gran cantidad de figuras protectoras de su biodiversidad”.

Ariadna González explica que son tierras “que sufrieron mucho debido a la emigración y al despoblamiento, ya que su principal motor económico era la agricultura, la ganadería y sobre todo la venta ambulante a los pueblos de los alrededores”.

El proyecto ha estado centrado en las personas del Valle y su objetivo ha sido recuperar sus memorias a través de los testimonios de quienes han nacido y crecido allí, “pero también de sus hijos y nietos, que han tenido la oportunidad de volver a sus raíces”.

Patrimonio inmaterial

La lengua es un patrimonio inmaterial, difícil de conservar, lo que hace que se pierda si no se actúa para recuperar, registrar y poner en valor las palabras que la integran. Ariadna González explica que “la jerga del burón era utilizada por los vendedores ambulantes, que se dedicaban sobre todo a los textiles, para comunicarse entre sí y que la gente no les entendiese. La profesión ya casi no la practica nadie, por lo que existe la necesidad de plasmar esa jerga antes de que desaparezca del todo”.

Para lograr su propósito, Ariadna ha realizado entrevistas a muchas personas, especialmente a las de más edad, que se han ido enlazando para formar un video que recoge sus recuerdos y memorias. De esta manera, han sido recogidas muchas palabras de los vendedores, algunas tan curiosas como la que utilizaban para referirse al valle: París.

El vídeo documental se ha proyectado en diferentes lugares y la experiencia ha sido “muy gratificante” para la joven alumna de la ULE, que comenta que gracias a esta oportunidad ha podido conocer más sobre sus raíces y añade que, de cara al futuro, le gustaría desarrollar más a fondo este proyecto.

“He intentado que las personas a las que he entrevistado en este documental se sintiesen escuchadas, para que sus vivencias e historias no queden en el olvido y darle la importancia que merecen ya que el patrimonio inmaterial se va a perder si no se recupera y es una parte muy importante para entender de dónde venimos”, comenta.