Cultura
El Museo de Burgos acoge la exposición itinerante ‘El Monacato y su contribución al desarrollo de las artes’ hasta el 1 de junio
Reúne un total de 36 piezas que proceden de 11 monasterios diferentes de la provincia burgalesa
El Museo de Burgos acoge desde este viernes 21 de marzo y hasta el próximo 1 de junio la cuarta parte de la exposición itinerante sobre la historia del Monacato titulada ‘El monacato y su contribución al desarrollo de las artes. Los monasterios, conventos y abadías como centros artísticos’, realizada conjuntamente por el Museo de Burgos y la Fundación Silos.
En el acto de inauguración asistieron el presidente ejecutivo de la Fundación Silos, Antonio Méndez Pozo; el padre abad del Monasterio de Santo Domingo de Silos y presidente de honor de la Fundación Silos, dom Lorenzo Maté; el catedrático de la Universidad de Burgos (UBU), secretario de la Fundación Silos y co-comisario de la exposición, René Payo; el director del Museo de Burgos y co-comisario de la exposición, Luis Araús; así como el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Roberto Saiz.
‘El Monacato y su contribución al desarrollo de las artes’ reúne un total de 36 piezas que proceden de once monasterios diferentes de la provincia de Burgos. La propuesta se completa con una serie de paneles divulgativos perteneciente a una de las exposiciones itinerantes del Convento de San Francisco en Silos.
Hay piezas que se exponen por primera vez y otras que no se habían expuesto en mucho tiempo como una clave de bóveda de los claustros del antiguo Monasterio de San Pablo, según destacó el director del Museo de Burgos. Asimismo, pueden contemplarse dos grandes lienzos con escenas de la vida de San Norberto, obra de Cristóbal Villanueva, que proceden del Monasterio demostratense de San Cristóbal de Ibeas de Juarros.
También completa la exposición una selección de piezas de vajilla con las que se ve “la humildad y sencillez de la vida diario de los monjes de la regla monástica” y proceden de excavaciones de los monasterios de San Agustín, San Pablo y San Salvador de Oña. También obras procedentes de monasterios como San Juan de Ortega o el desaparecido San Pablo de Burgos del que procede una escultura del niño Jesús atribuida a Miguel Ángel Nacherino en 1570.
Otras piezas, como el frontal de cobre dorado de Santo Domingo de Silos, las sargas (telas pintadas) de la Pasión de San Salvador de Oña o el retablo mayor del Convento de Vileña son joyas artísticas que gozan de gran reconocimiento y pertenecen a la exposición permanente del Museo de Burgos, en la calle Miranda de la capital burgalesa.
La exposición cuenta con una exquisita pintura de San Juan Bautista realizada por el cartujo Diego de Leiva (1580-1637), uno de los pintores sobresalientes en el barroco burgalés, así como el retrato de Fray Alonso de San Vítores, pintado por el religioso benedictino, Fray Juan Rizi en torno al 1659 procedente del Monasterio San Juan de Burgos.
“Aspectos específicos”
Por su parte, René Payo manifestó que esta exposición itinerante tiene como misión “difundir más allá” del ámbito de Santo Domingo de Silos ese centro de conocimiento, de estudio y de divulgación de lo que ha significado el mundo monástico a lo largo de la historia. Es la cuarta muestra -las primeras fueron en torno a los orígenes del monacato, los orígenes del monacato benedictino, las reformas que se producen a partir del siglo XIII vinculado al mundo conventual- y “llegaba ya el momento de tratar aspectos específicos”, dijo. “Aspectos específicos en torno a esa gran contribución que el mundo monástico y el mundo conventual ha tenido a la cultura de Occidente”, apostilló.
Así, destacó que “uno de los aspectos más importantes es esa contribución al desarrollo de las manifestaciones artísticas”. “No se entenderían muchas manifestaciones artísticas europeas sin entenderlas o ubicarlas dentro del contexto monástico”, advirtió y puso como ejemplo que “el románico es un arte fundamentalmente nacido, diseñado, impulsado por el mundo monástico”, si bien lo amplió a “también otros muchos estilos”.
Así, partiendo de los orígenes del fenómeno monástico en los primeros tiempos del cristianismo, las obras reflejan los momentos iniciales en la alta Edad Media, la importancia de las órdenes benedictina y cisterciense en nuestro territorio y el surgimiento de los mendicantes en el siglo XIII. Igualmente, el itinerario recoge las creaciones de época renacentista y barroca hasta las vanguardias artísticas. Finalmente, la muestra dilucidará nombres de creadores, vinculados al mundo monástico, que han dejado una huella muy profunda en las artes.
“Éxito” de la exposición en San Francisco
El presidente ejecutivo de la Fundación Silos, Antonio Méndez Pozo, recordó que la Fundación Silos instaló de forma permanente una exposición con las más modernas tecnologías, en el claustro y dependencias anejas del Convento de San Francisco pero dado “el éxito” que ha tenido se decidió que fuera itinerante por la Comunidad siendo la de hoy la cuarta exposición.
El padre abad destacó que se pretende acercar a la sociedad del siglo XXI lo que ha significado la intensa historia del Monacato y sus posteriores manifestaciones, así como sus aportaciones a la cultura en los más de dieciséis siglos de la existencia de monjes, frailes y las correspondientes ramas femeninas en el cristianismo.
También destacó la importancia histórica de las diferentes congregaciones de vida religiosa en la cultura occidental desde sus orígenes. “La contribución de sus miembros es indiscutible en el desarrollo de nuestra civilización. Su larga y compleja historia y sus múltiples aportaciones hacen imposible abarcar todo cuanto hicieron y siguen haciendo, como es el ejemplo de los monjes de Silos y su contribución a la cultura actual”, declaró.
Finalmente, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos subrayó que con esta muestra se quiere “traer la cultura porque el patrimonio es un valor para todo el desarrollo de la Comunidad”, informa Ical.