Cultura

El Palacio Episcopal de Salamanca acoge ‘Peregrinos de Esperanza’, una muestra del soriano Vicente Molina

La exposición se compone por una treintena de obras cedidas por Molina, sacerdote y pintor, que podrán ser visitadas hasta el 4 de mayo

El Palacio Episcopal de Salamanca acoge ‘Peregrinos de Esperanza’
El Palacio Episcopal de Salamanca acoge ‘Peregrinos de Esperanza’Susana Martín/Ical

El Palacio Episcopal acogerá hasta el próximo 4 de mayo la exposición ‘Peregrinos de Esperanza’, conformada por una treintena de obras del sacerdote y pintor soriano Vicente Molina Pacheco, una iniciativa que forma parte de las actividades culturales promovidas por la Diócesis de Salamanca para conmemorar el Jubileo 2025, un año dedicado a la esperanza, cuyo relato expositivo está en sintonía con el itinerario espiritual propuesto por el papa Francisco en la bula de convocatoria ‘Spes non Confundit’.

Se trata de una exposición “hermosísima y tan llena de sentido” en el momento actual, afirmó el obispo de Salamanca, José Luis Retana, al señalar que cuenta con “mucho mensaje”, cuya “clave” se centra en una “calidad humana y espiritual, fuera de lo normal, en las últimas cosas que hemos visto”, dijo en compañía del director del Servicio diocesano de Patrimonio Artístico, Tomas Gil.

“Está llena de sentido por la vida, por el ministerio sacerdotal de Vicente y por la enfermedad, al vivir en un mundo herido por el pecado, aunque con muchos logros, pero también que deja nuestro corazón insatisfecho, porque vemos las cosas que somos capaces de hacer y las relaciones que tenemos, pero muchas veces nuestro corazón nos dice que estás hecho para algo más grande”. Es por ello que el papa Francisco haya puesto delante este lema, ‘Peregrinos por la Esperanza’, con el objetivo primordial de “crear esperanza”, porque “nuestro corazón está hecho para la belleza”, añadió.

Esperanza y fuerza

Por su parte, el sacerdote y pintor soriano Vicente Molina Pacheco, explicó que el origen nace a raíz de una experiencia médica personal, quien reconoció que el lugar donde más ha vivido se centra en la “esperanza, la alegría y el gozo de ser humano”, dado que la vida es un “compendio de realidades y todo aporta muchas cosas”.

“A mí especialmente me ha aportado el tiempo de enfermedad, porque sí me ha abierto muchas fuerzas, fuerzas fantásticas en el ser humano y en el prójimo y es lo que me ha dado esa gran esperanza de estar, digamos, bajo la clave de Dios, que da un mayor sentido en la vida”, subrayó.

Así, se trata de una muestra de un “camino que, en el fondo, es la búsqueda de sentido”, dado que puntualizó que el hombre “necesita sentido para vivir, porque es lo que le da fuerza, lo que le da ánimo y lo que le da esa profunda esperanza que ahora estamos celebrando en este momento bajo estos signos de exposición”.

Es una “obra sacra”, porque está con" ideas del interior", no de hacer una obra magnífica o con una gran técnica, aclaró, al comentar que se trata de una “manifestación de lo que percibimos, qué es lo que nos llena y da sentido”, aseveró.

De esa forma, la muestra se distribuye en dos espacios del Palacio Episcopal, como la Sala Taller Núñez Solé, situada en el sótano del Palacio Episcopal y la Sala de la Contemplación, en la planta baja. Durante el invierno, podrá visitarse de 10 a 17.15 horas, y en primavera, de 10 a 19.15 horas.