Turismo
El pueblo de las inmejorables vistas y que fue bastión de Castilla
Se trata de pequeña villa amuralla en la Ribera del Duero
Castilla y León atesora muchos tesoros. Y uno de ellos son sus poblaciones. Muchas de ellas con solera y que forman parte, por uno u otro motivo, de la historia de esta Comunidad. Lugares estratégicos, iglesias centenarias, castillos y murallas gradiosos. Un sinfín de atractivos que hace que la visita a esta comunidad sea obligada para disfrutar de estos auténticos tesoros.
El de hoy es una pequeña localidad, de apenas 35 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística, pero que tiene mucha historia, pero sobre todo unas vistas que impresiona al viajero o al turista que se acerca hasta allí. Y todo por que se encuentra en clavado en un cerro sobre la vega del Riaza. Nos referimos a Haza, un coqueto municipio en la provincia de Burgos, situado en la comarca de la Ribera del Duero, y a unos 96 kilómetros de la capital burgalesa.
Una villa amurallada que merece la pena descubrir, y que adquirió gran protagonismo allá por el año 912. El lugar era repoblado por entonces por el conde Gonzalo Fernández, en plenos tiempos de reconquista cristiana. De esta manera, con el paso de los años, se convirtió en un bastión estratégico en la línea defensiva del Duero, ya que desde las alturas de sus murallas se controlaba todo el panorama, aunque eso no impedía los ataques de las huestes musulmanas por estos lares.
Un siglo después llega la tranquilidad a estas tierras de la mano del conde Sancho Garcés, que convierte a Haza en la capital de la comarca, teniendo jurisdicción sobre 15 aldeas. En 1182 se funda el monasterio femenino de Santa María y entre los siglos XII y XIII pasaría a ser propiedad de la familia de los Lara, y posteriormente los Condes de Miranda, que reconstruyen sus defensas. De las murallas de entonces aún quedan restos, siendo la parte sur la mejor conservada en la actualidad.
Y adosada a la muralla se encuentra otro de los tesoros que se pueden ver en Haza como es la iglesia de San Miguel Arcángel, de estilo románico y gótico y que cuenta con un interesante retablo del siglo XVI. Llama la atención un capitel decorado y donde se puede observar a cuatro seres híbridos formados por cabezas humanas y cuerpos felinos alados. Una pieza datada del siglo XII.
Pero también Haza cuenta con otras dos ermitas. Una de la Santa Juana, en honor a la beata Juana de Haza y la otra, también dentro del valle, la ermita de San Isidro.
Pero sin lugar a duda, el mejor regalo es la impresionante panorámica que se puede vislumbrar desde su altozano. Imprescindible para ver que "ancha era y es Castilla".