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Ganadería

Segundo ataque sin piedad de cientos de buitres a una explotación ovina salmantina: "Parecía una carnicería"

El ganadero afectado advierte de la "violencia y rapidez" con la que actuaron estas aves carroñeras contra unas ovejas que estaban “arrinconadas, muertas de miedo y sin posibilidad de escapar”

Un grupo de buitres se alimentan de restos de ovejas, vacas jóvenes y cerdos larazon

Un nuevo ataque de buitres a una explotación ganadera del municipio de La Zarza de Pumareda, en la provincia de Salamanca, el segundo en menos de un mes en la misma finca, se ha saldado con tres ovejas muertas, según denuncia Asaja en Salamanca.

El ganadero afectado, de nombre Fernando Rodríguez, fue testigo de un situación que, según advierte, se repite “con cada vez más frecuencia” en la provincia.

"Fue algo espectacular por la violencia y rapidez con la que actuaron cientos de aves carroñeras", explica, mientras señala que cuando atacaron las ovejas estaban “arrinconadas, muertas de miedo y sin posibilidad de escapar”.

“Parecía una carnicería”, lamentaba el ganadero, para quien estas están muertas de hambre y se han vuelto extremadamente agresivas. "Ya no esperan a que los animales mueran: atacan directamente, sin miedo”, apunta.

El ataque se produjo poco después de que el ganadero realizara su visita rutinaria a primera hora de la mañana. “En cuanto me fui, llegaron los buitres”, recuerda, a la vez que se queja de la “impunidad” con la que estos animales actúan ante la “falta de medidas efectivas” para proteger al ganado.

“Si no llego a aparecer en ese momento, podría haber sido una auténtica catástrofe”, señala.

Por su parte, Asaja Salamanca exige a las administraciones competentes que “tomen cartas en el asunto" y "dejen de mirar hacia otro lado" ante una problemática que no deja de crecer. “El daño económico y emocional que sufren los ganaderos es inadmisible y requiere una respuesta inmediata”, apuntan en un comunicado al que ha tenido acceso este periódico.

También apelan a la necesidad de revisar el estatus de protección de estas aves y establecer protocolos de control para evitar que se conviertan en “un peligro habitual” para la ganadería extensiva.

“Ataques como este demuestran que la convivencia entre la fauna salvaje y la actividad ganadera no siempre está garantizada", señalan desde la organización agrari, donde animan a todos los ganaderos a grabar y documentar los hechos siempre que sea posible, especialmente antes de que los animales mueran, para demostrar que los buitres no sólo ‘carroñean’, sino que atacan directamente a animales vivos”.