Historia

La sorprendente provincia que quiso desligarse de Castilla y no es León

Fue hace 44 años y a instancias de la Diputación Provincial

Como se aprecia en el mapa, en los inicios del proceso de constitución de la comunidad la provincia de Segovia no estaba incluida
Como se aprecia en el mapa, en los inicios del proceso de constitución de la comunidad la provincia de Segovia no estaba incluidaMiriam Chacón/Ical

Esta misma semana el alcalde de León, José Antonio Diez, presentaba un informe jurídico que avalaba la separación de León de Castilla. Una reivindicación, que a lo largo de los últimos años ha ido sumando adeptos de distintos ayuntamientos de la provincia leonesa, y a la que también se han sumado algunas localidades de Zamora y de Salamanca. Además, este mismo domingo se ha convocado una manifestación en la capital leonesa para volver a exigir la separación de la Región Leonesa.

Más de 40 años lleva vigente el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, siendo esta la última Comunidad en sacarlo adelante, y ello, debido a las numerosas zancadillas que se encontraron sus avalistas a la hora de llevarlo a cabo. Uno de los principales problemas es que aquí se elegía la vía más lenta para contar con una autonomía lo más completa posible.

De inicio se quería constituir unificando dos regiones históricas como Castilla La Vieja y la Región Leonesa, pero dos provincias ligadas a la primera acometieron su propio proceso para ser autonomías únicas: Cantabria y La Rioja. Así que restaban nueve, por un lado seis de Castilla La Vieja, Valladolid, Palencia, Burgos, Soria, Ávila y Segovia y tres de la denominada "Región Leonesa", como eran León, Zamora y Salamanca.

En León un partido político presentaba un recurso de inconstitucionalidad, pero la provincia que daría más guerra en esos momentos sería Segovia.

La iniciativa para buscar una autonomía uniprovincial partía a instancias de la Diputación Provincial. En julio de 1981, arrancaba este proceso. Se produjo una votación, y hasta 178 de los municipios de la provincia, de un total de 210 respaldaron la iniciativa. Pero había un problema que era complicado de sortear. Todos esos votos favorables no eran más de los que representaban la mayoría del censo electoral, ya que la capital, Segovia, con más habitantes y por ello mayor número de votos, se declinó por formar parte de Castilla y León.

Un proceso abierto que siguió durante varios meses y fue clave para la decisión final, la decisión tomada en el Ayuntamiento de Cuéllar, la segunda localidad con más habitantes e la provincia. En una primera votación todo hacía indicar que Segovia iba a lograr su independencia, pero se produjeron algunos errores en la votación, lo que hizo que se repitiera días después, ganando de manera agónica por 7-6 los partidarios de adherirse a Castilla y León.

Hubo manifestaciones multitudinarias durante los siguientes meses en Segovia, pero finalmente en 1982 se daba por terminado el proceso y el 7 de julio de ese mismo año se daba luz verde al proyecto de Estatuto de Autonomía de Castilla y León y el 25 de febrero de 1983 llegaba su aprobación final, que ha tenido tres grandes reformas, 1994 con nuevas competencias; otra en 1999 y una última en 2007 donde se reconocía a Castilla y León como una "comunidad histórica y cultural reconocida".

Ahora, León todavía clama por su independencia, queriendo llevar de la mano tanto a Zamora como a Salamanca.