
Seguridad
Un total de 2.587 nuevos agentes juran en Ávila, “origen y alma de la Policía Nacional”
La vicepresidenta Isabel Blanco participa en el acto de entrega de la XXXIX promoción de policías

La Escuela Nacional de Policía acogió este viernes el acto de jura de la XXXIX promoción de Escala Básica de la Policía Nacional, formada por 2.587 agentes, 1.827 hombres y 760 mujeres, ante la atenta mirada de los miles de familiares que quisieron acompañales en un día tan especial, pese a tener que soportar las elevadas temperaturas y un sol de justicia, así como las largas colas de acceso al centro.
Un acto que estuvo presidido por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, en el que a buen seguro será uno de sus últimos actos públicos en el cargo tras su anuncio de dimisión. Y de hecho, su intervención sonó a despedida, recordando que “durante más de cinco años he tenido el enorme privilegio de conocer de primera mano la extraordinaria competencia, la profesionalidad y la vocación de servicio público de los más de 74.000 agentes de la Policía Nacional y también de los 81.000 guardias civiles. Ha sido un verdadero orgullo poder trabajar con todos vosotros y vosotras durante este tiempo y estoy seguro de que no lo olvidaré”.
Comenzó su discurso el secretario de Estado recordando a los nuevos agentes de policía que juraban el cargo que lo hacían “en un lugar ligado para siempre a vuestra trayectoria, Ávila, ciudad que simboliza el origen y el alma de la Policía Nacional”. También puso en valor la historia de un Cuerpo que “lleva 201 años sirviendo a España y a los españoles, protegiendo los derechos y libertades, defendiendo la legalidad y garantizando la seguridad de todos”. Una historia que, como dijo, “es también un legado de compromiso, esfuerzo y sacrificio, sabiendo adaptarse a los tiempos y enfrentándose a retos de enorme complejidad de los que ha salido fortalecida porque se apoya en una vocación firme y una profesionalidad incuestionable, porque una institución que ha llegado tan lejos es por convicción y servicio público”.
Recordó Rafael Pérez, que estuvo acompañado por la vicepresidenta, Isabel Blanco; el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen; y el director general de la Policía, Francisco Pardo, así como otras autoridades regionales y provinciales, que la Policía Nacional es “una de las instituciones mejor valoradas por la sociedad porque ha sabido responder con eficacia a amenazas ordinarias y a situaciones extraordinarias”, y puso como ejemplo su “combate” del crimen organizado, el narcotráfico, la violencia de género, las bandas juveniles, los delitos económicos, la trata de seres humanos, la radicalización violenta, el terrorismo y la ciberdelincuencia. Pero además “están cuando ocurre lo inesperado, como catástrofes naturales o emergencias sanitarias”, subrayó.
Ese compromiso, según el secretario de Estado, en este acto de jura se convirtió en “un compromiso moral con toda la ciudadanía como garantes de la seguridad y servidores del interés general”, algo que, a su juicio, hace de España “uno de los países más seguros del mundo y que lo va a seguir siendo gracias a vuestra labor”. Para ello, “el Gobierno está apostando por reforzar los medios humanos y materiales, modernizar las infraestructuras, mejorar las condiciones laborales y avanzar en la cooperación internacional, y lo va a seguir haciendo”, aseguró, porque “la seguridad no se improvisa, se planifica, se invierte y se protege”.
La última lección en este acto correspondió al director de la Escuela Nacional de Policía, Carlos Vázquez, quien remarcó la “responsabilidad y el espíritu de superación permanente” que supone ser profesionales de pleno derecho de la Policía Nacional, además de incidir en la “actitud de servicio permanente” que debe ser guía de sus funciones policiales.
El acto de jura, con el tradicional desfile de los nuevos policías para recoger sus títulos de manos de las autoridades, y los discursos dieron paso al homenaje a los agentes que dieron su vida por España, entre ellos el policía alumno de esta promoción Ángel Luis Menchero, tras el cual llegó el momento para la fiesta, con el clásico lanzamiento de las gorras y los abrazos entre compañeros y con sus familiares. Aunque las celebraciones continuarán durante todo el día en distintos puntos de la ciudad.
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