Coronavirus
«Puede que haya algo genético que haga que el coronavirus afecte más al sur de Europa que al norte»
Entrevista con la profesora Laura Lechuga que trabaja en un nuevo dispositivo para detectar el virus
La profesora Laura Lechuga admite que estos días esta notando la presión. La jefa de grupo en el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) trabaja estos días con su equipo en un novedoso dispositivo que servirá para detectar el coronavirus en media hora.
-¿En qué fase se encuentra el proyecto en el que están trabajando en el Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (IN2UB), financiado por la Comisión Europea y que servirá para detectar el coronavirus?
- Estamos en ello. Hemos proporcionado al Gobierno un informe muy completo de todas las técnicas diagnósticas y las ventajas e inconvenientes de esta técnica. Este es un proyecto de la Unión Europea de dos años. En el primero, nos estamos centrando en realizar un dispositivo de análisis rápido del coronavirus. En un año, tiene que estar listo y probado con pacientes. Este dispositivo también queremos que sirva para vigilar a animales, especialmente a los murciélagos y los roedores. De hecho, este es el origen de un proyecto en el que veníamos hablando desde hace tiempo con mi colega de la Universidad de Barcelona, Jordi Serra, especialista en controlar el coronavirus en estos animales. Siempre me había pedido un dispositivo para esto, para poder recoger muestras para el laboratorio. Ese fue el origen de la colaboración. El primer año estará centrado en humanos y el segundo queremos aplicarlo en labores de vigilancia. Este es el tercer brote de coronavirus que tenemos. Los otros dos más o menos se pararon a tiempo, aunque pudieron ser una pandemia.
-¿Le ha sorprendido este brote?
-Este ha dado lugar a una pandemia algo que, desde un punto de vista científico y sobre todo de los especialistas en coronavirus y virólogos, tampoco es tan sorprendente. Es algo que nos podía pasar. Así que aquí no hay nada de conspiraciones. De hecho, hay informes de la OMS, que existen porque nosotros los hemos leído y hemos usado para elaborar el proyecto, en los que se habla de que hay que hacer mayores labores de vigilancia, que tenemos estos virus que viven con nosotros en la Tierra, que ya nos ha pasado más veces… No es tan sorprendente que este virus sea una pandemia. Ahora todo el mundo recorre a los científicos, pero los virólogos, en este caso, hacía tiempo que trabajaban en el tema y no les ha sorprendido tanto.
-¿Qué diferencia hay entre estos dispositivos y los llamados test rápidos?
-La diferencia con estos test rápidos que están dando tantos fallos es que son dispositivos mucho más robustos y que permiten cualificar. Es importante porque de esta manera podremos cuantificar quién tiene una carga viral baja o muy alta, algo importante para saber la gravedad de la infección.
-¿Cómo serán estos dispositivos?
-Quizás ha visto los dispositivos que usan los diabéticos, algo que usan millones de personas en todo el mundo cada día. Son biosensores, es decir, son aparatos que llevan un sensor y en su superficie llevan unas moléculas biológicas específicas a lo que quieres analizar. En el caso de la glucosa, por ejemplo, hay unas proteínas, unas encimas, que son las que se interaccionan con la glucosa. El sensor que está debajo mide en tiempo real cómo interacciona con la glucosa, cuenta los electrones que pasan… En estos dispositivos hay incorporado un receptor biológico. Es el biosensor, un receptor biológico muy selectivo con un sensor que al mismo tiempo está midiendo lo que sucede. Eso es lo que estamos intentado hacer en nuestro proyecto: utilizar receptores biológicos que atrapan el virus. Lo vamos a intentar en sangre y mis compañeros del proyecto piensan que también se podrá en saliva. Queremos atrapar el virus completo. Es parecido a lo que hacen estos test rápidos que han dado tantos fallos.
-¿Por qué fallan esos test?
-Porque el receptor biológico que han usado quizás no atrapa tan bien al virus. Por eso tiene poca sensibilidad.
-¿Qué diferencia hay con los test chinos que estos días han salido tanto en los medios?
-No son biosensores. Tienen un receptor biológico parecido al que uso en mis dispositivos. Lo que hace es atrapar los antígenos del virus. Sabíamos que estos dispositivos no iban a tener tanta sensibilidad, que fuera tan baja, pero creo que el problema está en cómo atrapan al virus. No es que lo estén haciendo mal; lo que puede pasar es que el material que están usando no es el adecuado. Es lo que sospecho.
-¿No ha sido buena idea comprar los test en China?
-Los de esta compañía concreta y que se ha visto que están fallando. Hay otras en China y Corea que los están ofertando que son un poco diferentes. Creo que simplemente es probarlos. Sé que se está haciendo con la mejor voluntad del mundo, pero la producción de estos receptores biológicos que sea cien por cien selectivo a este coronavirus puede que este sea el fallo. Todo esto se hace tan rápido que se están saltando la metodología científica de comprobar. Hay que hacer muchísimos experimentos en el laboratorio y anda todo el mundo desesperado por encontrar algo que funcione. Es normal.
-Volviendo al proyecto en el que están trabajando, ¿cuándo podría estar listo?
-En los siguientes meses, no es una cosa de mañana. Ni siquiera sabemos si llegaremos a esta pandemia que tenemos ahora, aunque tampoco se sabe cuánto nos durará esta oleada o si nos llegará otra hasta que la vacuna no esté disponible, y la vacuna tardará. Las metodologías científicas hay que seguirlas y es imposible hacer milagros. No podemos ir más deprisa. Todo el instituto está en casa, menos mi grupo que es el único que tiene permiso para estar en el laboratorio.
-¿Le han sorprendido las cifras en España de contagios?
-El problema es que las cifras no son tan reales porque hay muchísima gente asintomática, que ha pasado síntomas muy ligeros a lo mejor sin darse cuenta o que se han quedado en casa y no se ha medido. Igualmente hay gente que presenta unos síntomas tan evidentes que ni se les hace la prueba. Creo que la cifra real de cuanta gente está infectada no la tenemos. Faltan tantísimas comprobaciones, por ejemplo, como saber qué factor es el que hace que influya tanto en Italia y España y no en el norte de Europa, algo que parece que está asociado a algo genético. Muy a largo tendremos que ver qué factores han influido para que el virus ataque más a españoles e italianos. También se piensa, por los datos de mis colegas expertos en virus, que hasta que no se infecte el 70 por ciento de la humanidad no tendremos esta inmunidad de grupo y el virus dejará un poco de actuar.
-¿Cree que saldremos pronto de esto?
-Creo que empezaremos a bajar un poco, pero esto será lento porque hay que tener mucho cuidado de que no haya reinfecciones y que la gente de pronto empiece a salir y se infecte. Vamos a salir, aunque puede que no sea en un mes. El ejemplo es China que acaba de cerrar sus fronteras porque llegaban extranjeros y se infectaba la gente. Nos queda un largo camino. Tenemos la suerte de estar en Europa y se me ponen los pelos de punta al pensar en Estados Unidos. Ahora no hay que desgastar a la gente sino que ser positivos. Esto es una pandemia, no es política.
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