Coronavirus

La manteca de los abogados

Es una ocurrencia habilitar el mes de agosto para celebrar juicios

Los abogados en general, y los pleiteros en particular lo estamos pasando mal. La actividad se ha paralizado pero seguimos pagando los sueldos y los gastos de los despachos.

No conozco personalmente al ministro señor Campo, aunque tenemos amigos en común que siempre me han dado de él magnificas referencias: persona competente, con buenos conocimientos jurídicos y, dicen, gran simpatía. Así que me inclino a pensar que la ocurrencia de habilitar el mes de agosto o se debe a las malas influencias o no es suya.

Veamos un simple ejemplo práctico, juicio sencillo, citados dos policías (tiene que dar la casualidad de que ninguno de los dos esté de vacaciones), dos testigos de algo que pasó hace unos años (¿se molestarán el mes de agosto para ir a un juicio cuyo resultado muchas veces ni les va ni les viene?), allí estaremos juez, abogado, fiscal e imputado. La mayor parte de los juicios se suspenderán, luego, más retraso.

¿Problema para los grandes despachos?, no, ellos pueden hacer turnos y rotarse para estar permanentemente pendientes del ordenador y resolver los plazos de las notificaciones. ¿A quién se hace la puñeta?, a los que no tienen infraestructuras y después del embozo mental de estos días de confinamiento, encima se quedarán casi sin vacaciones. Además si esto se soluciona habilitando veintiún días de agosto, yo soy banderillero (con todos los respetos).

Así que esta ocurrencia no es propia de un hombre inteligente, sino del que asó la manteca, en este caso a los abogados de filas.