Coronavirus
“Con los pacientes recuperados no todo termina cuando les damos el alta”
El Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell está poniendo en marcha una Unidad Funcional del COVID
En pleno pico de la pandemia del coronavirus, los profesionales sanitarios vivieron una saturación tal que apenas pudieron fijar su atención en nada más que no fuera el salvar vidas, pero ahora cuando su intensidad ha decrecido de forma significativa, han salido a la superficie otros aspectos asociados al virus que bien merecen una atención médica.
En este sentido, tal y como apunta el doctor Manel Cervantes, jefe de epidemiología del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell, los profesionales de la salud “nos hemos dado cuenta que, en el caso de los pacientes recuperados, no todo termina cuando les damos el alta”. “Hay algunas personas que han superado la enfermedad, pero tienen secuelas vasculares, pulmonares, psicológicas y necesitamos seguir atendiéndolas”, constata Cervantes, quien considera que “es necesario ver cómo han ido evolucionado aquellos pacientes que en su día se diagnosticaron de coronavirus y que ahora ya tienen el alta”.
Para el doctor, “no se trata de un trabajo difícil de hacer, pero sí de coordinar” y éste requiere de la implicación y colaboración no solo de la atención hospitalaria, sino también de la primaria. Es por ello, que el Hospital Universitario Parc Taulí está poniendo en marcha una Unidad Funcional del COVID con el fin de “llevar a cabo una labor que ya se está haciendo a día de hoy, pero coordinando los esfuerzos de los distintos especialistas y la Primaria”, explica Cervantes, quien deja claro que “no estamos inventando pacientes nuevos”. “La idea es valorar la evolución de los pacientes diagnosticados en nuestra área de salud y si están bien y no hay ningún problema, no hay que hacer nada, sin embargo, a los más graves o con alguna complicación, hay que hacerles un seguimiento más profundo”, relata el doctor, quien apunta que con la fórmula de trabajo colaborativo por la que apuesta la unidad, “es posible compartir datos, facilitar la vida a los pacientes y aprovechar para investigar a partir de la información recogida mediante esta atención”.
El Hospital Universitario Parc Taulí abarca un área de atención de unas 400 mil personas, entre las que en tres meses se diagnosticaron 2.500 casos de coronavirus. De todos ellos, el 90% presentaron cuadros leves, pero también se registraron 350 fallecidos, la mayoría de ellos mayores de 80 años. Así pues, hay un importante número de pacientes que superaron la enfermedad, pero que a día de hoy aún requieren de un seguimiento médico por diversos motivos.
Por un lado, hay que tener en cuenta que “un 10% de los casos se diagnosticaron clínicamente y a éstos sería conveniente realizarles una prueba de serología para comprobar si realmente tienen anticuerpos”, así como a todos aquellos pacientes que superaron la enfermedad y dieron negativo en el test de PCR, el cual puede dar falsos negativos, pero siguen siendo sugestivos”. Así pues, estaría indicado “hacer la prueba de serología a unos 200 pacientes que ya han sido dados de alta para confirmar que pasaron la infección y están curados”. “Eso sería algo voluntario, pero con esa información en enero, por ejemplo, podríamos ver si las defensas adquiridas por aquellos que han pasado el virus han servido para que no lo vuelvan a coger y, por lo tanto, la gente ha quedado protegida”, comenta el doctor en referencia a las posibilidades en investigación de los datos recogidos gracias a la acción de la unidad.
Por otra parte, existe otro porcentaje de personas recuperadas que, pese a que todos sus parámetros y análisis muestran una mejora, aún presentan malestar. En estos casos, pese a que Cervantes considera que “no creemos que vayan a quedar secuelas graves, porque éstas suelen mejorar, es posibles que sí queden leves, como diarreas, cansancio, dolores musculares... ya que es probable que, aunque ya no tengan el virus, aún permanezcan restos de la inflamación que éste produce”, por ello, es conveniente “estudiar bien estos casos, ya que, si bien hay otros virus de los que se conoce un síndrome postviral, no sabemos por qué hay casos en los que persisten las molestias después del COVID”.
Además, hay otro grupo de pacientes que ya han sido dados de alta que hacen fenómenos de trombosis y, si bien en este caso el tratamiento con heparina es eficaz, lo cierto es que si no se detecta a tiempo y se trata, es peligroso, razón por la cual es necesario decidir y determinar a qué personas hay que seguir y valorar este riesgo.
Así pues, como destaca Cervantes, en esta Unidad Funcional del COVID “no hay nada nuevo que no se esté haciendo ya, puesto que los pacientes con problemas más graves de salud a consecuencia del coronavirus ya están siendo tratados, es decir, el que no puede caminar ya está yendo a rehabilitación, y aquellos que han tenido complicaciones leves han acudido y están siendo atendidos por su CAP”, sin embargo apunta que con esta nueva herramienta “es posible coordinar esfuerzos y recabar datos para la investigación
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