Leo Messi
Jordi Puntí: «Messi es más que un club»
El escritor, autor de un libro sobre el astro argentino, habla sobre la posible marcha del jugador del Barça
En 2018, el escritor Jordi Puntí mostraba en el libro «Todo Messi» (Anagrama/Empúries), su devoción por el astro argentino. Desde la aparición de este trabajo ha sido traducido hasta en once idiomas, lo que demuestra la fascinación que el jugador ejerce en todo el mundo. Puntí habla con este diario del nuevo capítulo que esta protagonizando Messi.
–¿Se veía esta situación?
–Para mí en este tema hay dos cosas y, si me apura, tres. Por un lado está el vivirlo como periodista, como aficionado del Barça, además de como autor de un libro sobre Messi. Así que aquí se mezclan la cabeza y el corazón. Si pienso como aficionado del Barça, me gustaría que Messi se quedara y siguiera jugando, pero cuando tengo un poco de perspectiva y como periodista me doy cuenta, incluso como narrador, que su decisión de marchar está muy justificada. Desde 2015 llevamos cinco años en los que el Barça y la directiva de Bartomeu ha ido tomando decisiones que iban en contra del espíritu del Barça que habían hecho grande a Leo Messi. Si hubo momento en el que todos los futbolistas que estaban a su alrededor se beneficiaban de su juego, ahora hemos dado la vuelta a la tortilla. Ahora Messi debe ser el salvador: no es quien lo origina todo sino quien lo debe acabar. Debe ser una manera de jugar muy cansada el ver que año a año todo recae sobre tus espaldas y, a la vez, no sirve de nada mientras al otro lado hay una directiva que no acierta a tomar las decisiones correctas, además de malgastar millones en jugadores que no se adaptan a la manera de juego. Así que cuando veo todo esto pienso que hace bien en marcharse.
–¿La culpa es de Josep Maria Bartomeu?
–Absolutamente. Las cosas no pasan solamente por una razón sino que hay muchas que se confabulan. La culpa principal es de esta directiva que durante los últimos años no ha sido capaz o no ha querido mantener el espíritu del juego de Cruyff, pero que Rijkaard y Guardiola mejoraron. Las decisiones que han tomado parecían ir en contra de este estilo. Cuando en un último intento desesperado, como es el fichaje de Setién para hacer ver que es un heredero de la filosofía de juego de Cruyff, hasta eso les sale mal. Setién renuncia a eso ante la necesidad de tener un equipo más fuerte, pero también renuncia al poder de la pedrera que había sido muy importante, así como a tener la pelota y jugar. Así que sí, la gran responsabilidad es de la política y la gestión del Barça e, incluso, podríamos entrar en las derivas económicas del club que todavía provienen de la época del caso Neymar. Pero al otro lado está toda una generación de jugadores que lo han ganado todo, que han sido muy importantes y que se han hecho mayores. Hacerse mayores quiere decir pasar de los 32 años, también adaptarse a los nuevos tiempos y entender que tu figura debe dar lugar a un cambio. Los cinco o seis jugadores que ha habido este año en el Barça, las llamadas «vacas sagradas» que realmente mandaban y tenían un peso específico en el club, no han sabido entender esto.
– En su libro, en el capítulo titulado «Inmortal», se hacía una serie de preguntas sobre el final de Messi. ¿Dónde debería jugar hoy Messi?
–Cuando acabé el libro en enero de 2018 ya se intuía que había unas desavenencias importantes entre Bartomeu y Messi. La sensación en ese momento y hasta hace medio año era que la presencia de Messi en el Barça era intocable y que era tan importante que antes se marcharía Bartomeu que Messi. Cuando escribí el libro en ningún momento pude plantearme que Messi un día pudiera irse, como máximo que en los últimos meses de su vida deportiva jugaría de manera simbólica y sentimental en el Newell’s Old Boys de Rosario, donde empezó. Veía este libro como un «working progress» en el que debían haber cambios. De hecho, cada vez que se ha traducido a un idioma he tenido que actualizarlo como, por ejemplo, un capítulo sobre qué pasaría en el Mundial de Rusia de 2018 que como no lo ganó he tenido que reescribirlo. Ahora el «working progress» continua. El título «Inmortal» no cambiará porque él lo es.
–Estamos viviendo una lucha entre Messi y Bartomeu, aunque si se va este último seguirá la misma junta directiva.
–Sí, es un juego demagógico, un farol que se ha marcado Bartomeu. Si quería marchar lo debía haber hecho el día después de la derrota del 8-2 donde todo el mundo ya se lo pedía. Bartomeu ha tenido un poco la suerte de la pandemia porque no ha tenido público. Con público en el campo no habría llegado ni a la Champions. Con esta situación de ahora, Bartomeu está haciendo demagogia porque se pone al mismo nivel de Messi y eso no puede ser. Si quiere irse debe hacerlo con toda la directiva. No entiende que toda la vida hemos dicho que el Barça es más que un club, pero quien es ahora más que un club es Messi.
–En su libro cita un verso de Auden dedicado a Yeats: «Se convirtió en sus admiradores».
–Ese verso explica muy bien la transmigración de lo que representa Messi a sus admiradores. Cuando escribí el libro también lo hice pensando en cuando ya no lo veamos jugar. La memoria nos permitirá mantenerlo vivo. Messi forma parte del patrimonio y la historia del club. Se irá, pero un día volverá. Esto es un billete de ida y vuelta.
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