El doctor en Física y Catedrático del departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas de la URV, Àlex Arenas

Si se pueden hacer elecciones en un día, es posible organizar un cribaje de toda la población

El experto cree que hay que reabrir la economía, pese a que la situación del coronavirus es crítica, y plantea reducir la movilidad con teletrabajo y educación a distancia a partir de 3º de la ESO

En febrero, cuando la covid sonaba a chino, los epidemiólogos de cabecera de Cataluña decían que el nuevo coronavirus era un primo-hermano de la gripe y Fernando Simón que los casos que veríamos en España los podríamos contar con los dedos, en las redes sociales se movían dos gráficos que alertaban de que el SARS-CoV-2 colapsaría el mundo en marzo. Uno era del Instituto de Sistemas Complejos de Nueva Inglaterra y el otro de la Universitat Rovira i Virgili. Detrás de los cálculos de la universidad de Tarragona estaba Àlex Arenas, físico experto en sistemas complejos y análisis de epidemias.

En 2018, su equipo creó unos modelos para analizar el papel de la movilidad en una epidemia. Serían la semilla del sistema de cálculos que ahora ayudan a saber cómo se comportará la curva epidemiológica y que le ha llevado a ser asesor ocasional de la Generalitat. Todo empezó en enero, en un viaje con su equipo a Toquio. De regreso, hizo escala en Honk Kong y allí ya vio que el virus llegaría a España en un suspiro. Al aterrizar, fue a comprar mascarillas. La farmaceútica le preguntó si tenía previsto viajar a China. Volvía de allí. «Los alumnos me miraron extrañados cuando entré en clase con mascarilla y les expliqué cómo, en caso de ser asintomático, podía convertirme en un foco de transmisión», explica. Cuando conoció a Oriol Mitjà, el infectólogo decía que los asintomáticos no jugaban un papel importante en esta enfermedad. Luego vio que estaba equivocado y se puso en contacto con Arenas. Escribieron un artículo reclamando el confinamiento y desde entonces no ha tenido ni un día de vacaciones. Muchas de las cosas que dice no gustan. Aunque no son opiniones. Todas sus propuestas son el resultado de un cálculo.

Con una Rt de 0,76, cerca de 500 ingresados en la UCI y unos 2.000 contagios nuevos diarios, ¿es momento de iniciar una reapertura?

–Desde el punto de vista epidemiológico, estamos en un momento en el que cualquier plan para relajar medidas es crítico. Pero necesitamos reabrir servicios porque además de una crisis sanitaria, tenemos una crisis económica y social. Y no somos un país rico.

-¿Le gusta el plan?

-Mantener la epidemia bajo control, la productividad y el tejido socioeconómico activo es un equilibrio imposible. No hay ninguna opción buena. Nuestros modelos apuntan a que el control del virus pasa por reducir la movilidad de un millón y medio de personas.

-¿Qué opciones hay?

-Puedes coger un servicio, como bares, gimnasios o clases de música y cerrarlo. Pero esto no es sostenible.

-No salen los números.

-Hemos hecho una propuesta pensada en afectar lo mínimo posible a la economía. Sería aumentar el teletrabajo al máximo nivel, hacer clases virtuales a partir de 3º de ESO y acompañar este plan con una estrategia de test masivos.

-¿Cuántas personas podemos quitar de la circulación con el teletrabajo?

- Unas 800.000 si se llega al 30% de teletrabajo de la primera ola. Ahora, sólo teletrabaja un 8%. Cataluña no tiene competencias, pero podría ofrecer ayudar a las empresas para que lo faciliten.

-Sigue sin ser suficiente para reducir la movilidad necesaria para mantener el virus a raya.

-La otra propuesta es hacer teleducación a partir de 3º de la ESO –15 años–, son 800.000 personas menos circulando.

-Y qué pasa con los alumnos vulnerables, aún no han llegado los ordenadores que había prometido Educación y hay zonas sin conexión.

-Los institutos han de continuar abiertos para asistir todas las casuísticas que no puedan hacer clase a distancia.

-Pero los colegios han demostrado que no son un foco de contagio. En un 87% de los casos detectados en las escuelas, los positivos no han dado pie a otro caso.

-En ningún momento hablo de si las escuelas son seguras o de si los estudiantes transmiten más o menos el virus. Para hablar de eso, tendríamos que saber cómo se infecta la gente y no lo sabemos. Igual que las escuelas, los restaurantes también pueden decir que son seguros. Si miras el número de brotes en estos espacios, son ridículos, aunque lo realmente ridículo son los datos. No son reales porque la capacidad de rastreo no llega a los restaurantes, transporte público, gimnasios, etc. Cuando un rastreador pregunta a un positivo por sus contactos nombra a la familia y a los amigos, no sabe con quién ha viajado en autobús ni quién estaba sentado en la mesa de al lado en el bar. No buscamos culpables, pero la transmisión por aerosoles se ha demostrado científicamente y en un bar pasas mucho rato sin mascarilla.

-Pero en el aula los alumnos van con mascarilla y fuera pueden verse sin control.

-Los chicos se verán en grupos de 4 o 10, pero no coincidirán 50 en un comedor. Ni se moverán en transporte público ni se quedarán en la puerta del colegio charlando. Perderemos socialización, pero es una medida hasta marzo y no se me ocurre otra propuesta menos catastrófica económicamente. Si me muevo, la probabilidad de transmisión existe y hemos de conseguir que un millón y medio de personas se muevan menos para proteger la capacidad de rastreo y el sistema sanitario.

-¿Los test masivos no bastan?

-Yo había propuesto hacer test masivos de manera síncrona a toda la población, como ha hecho Eslovaquia. Cataluña acaba de adquirir 8 millones de test de antígenos y un screening masivo de la población en tres o cuatro días permitiría confinar a todos los infectados y reducir la transmisión. Es matemático.

-El doctor Josep Maria Argimon no lo descarta en un futuro pero ahora dice que no tiene capacidad logística para hacerlo, para empezar necesitaría 35.000 voluntarios.

-Si se pueden hacer elecciones en un día, seguro que es posible organizar un cribaje de toda la población.

¿Madrid ha hecho algo parecido?

-Madrid ha hecho cribajes por barrios, pero no ha seguido una estrategia síncrona, si testas a la población en distintos momentos, retiras sólo a una parte de los infectados y el resto sigue contagiando. Aunque con la estrategia de test de antígenos ha logrado rebajar la incidencia, Madrid no está bien, la ocupación de las ucis está por encima del cien por cien respecto a antes de la pandemia.

-¿Augura una tercera ola en Navidad?

-Con este virus, hay que actuar de forma proactiva y con vista a medio plazo. Las restricciones marcan como se mueve la ciudadanía y el virus avanza según se mueva la ciudadanía. Es difícil anticipar que pasará en Navidad, pero si no tenemos un plan bien definido tendremos una nueva ola con toda seguridad.

-En las redes sociales, ha debatido con otros colegas que Cataluña no tenga un comité de expertos científicos.

-Lograríamos que las propuestas de los expertos lleguen al Govern de una manera coherente, queden expuestas negras sobre blanco y más transparencia. Ayudaría a definir estrategias a medio y largo plazo y no deprisa y corriendo. Hasta ahora, varios expertos hemos hecho dos reuniones con el Govern en esta segunda ola, pero sólo han servido para exponer propuestas, no para discutirlas y tomar decisiones.