El doctor Jaume Català revisa el ojo de Félix

Félix, de 4 años, salva su ojo, afectado cáncer de retina, con un tratamiento pionero basado en un virus oncológico

Este ensayo clínico se basa en la modificación genética de un derivado del adenovirus para que sea capaz de identificar, infectar y multiplicarse en las células cancerígenas

A los cuatro meses de vida,Félix fue diagnosticado en Venezuela de retinoblastoma bilateral, un cáncer de retina que afecta a los dos ojos y que es el tumor ocular más frecuente en la población infantil, pese a que es una enfermedad rara. Al año, se diagnostican en el mundo a aproximadamente 8 mil niños de este cáncer pediátrico, que se origina en el proceso de desarrollo de la retina durante los primeros años de vida.

En su país natal, recibió uno de los tratamientos convencionales indicados para aquellos casos en que es posible la conservación del ojo y que consistió en quimioterapia a través de la vena. Pero el resultado no fue el deseado, puesto que la respuesta fue solo parcial y fue necesario sacarle el ojo que tenía más comprometido. Siguieron el tratamiento en el otro ojo, pero el tumor se reactivó.

En esas condiciones y cuando Félix ya tenía dos años, viajó a Barcelona para ser tratado de su enfermedad en Sant Joan de Déu, donde en un primer momento se logró inactivar de nuevo el tumor mediante quimioterapia intra-arterial, que consiste en la introducción de un catéter por la arteria femoral, en la ingle, que se conduce hasta la arteria oftálmica para, una vez allí, administrar localmente la quimioterapia, evitando así toxicidades. El objetivo era salvar el único ojo que le quedaba manteniendo una visión del 30%, que es la que tenía por entonces.

El tratamiento tuvo una buena respuesta inicial y Félix pudo regresar a Venezuela, pero ocho meses después, en uno de los controles mensuales, se detectó que el tumor se había vuelto a reactivar. Tal y como indica el doctor Jaume Català, el oftálmologo de Sant Joan de Déuque llevó el caso de Félix, «el retinoblastoma es un tumor que ya cursa de esta manera, por lo que en los primeros 6 o 7 años de vida hay que controlarlo muy estrechamente porque en cualquier momento hace reactivaciones».

En este contexto, el niño regresó a Barcelona, donde se reinició el tratamiento con quimioterapia, tanto a través de la arteria como directamente dentro del ojo, pero el resultado no fue satisfactorio. Félix ya no respondía a los tratamientos convencionales, así que como única alternativa para evitar sacarle el segundo ojo quedaba la opción de que entrara a formar parte de un ensayo clínico que está desarrollando Sant Joan de Déu para evaluar la eficacia del virus oncolítico VCN-01 contra el cáncer de retina resistente a la quimioterapia.

Un virus parecido al que se utiliza en las vacunas

Como explica Manel Cascalló, director general de VCN Biosciences, que ha participado en el desarrollo del virus, «es un virus derivado del adenovirus, muy parecido al que usan en las vacunas, y éste se modifica genéticamente para que sea capaz de reconocer selectivamente las células normales y las tumorales». «Cuando el virus infecta una célula y ve que ésta es normal, se inactiva, pero cuando infecta a una célula tumoral empieza a replicar muy activamente y con eso mata a la célula que infecta, pero sobre todo genera muchas copias de sí mismo que infectan a las células vecinas y las mata también», comenta Cascalló, quien además apunta que «este virus expresa un factor que hace que las células del tumor empiecen a estar un poco más blandas, favoreciendo que después, si inicias tratamiento con quimioterapia, ésta pueda acceder mejor al tumor».

Así pues, en el contexto de este ensayo, Félix recibió inicialmente dos primeras inyecciones y a continuación una tercera, con un lapso de tiempo entre una y otra de quince días, tras las cuales el tumor se redujo y ello permitió continuar con un tratamiento de quimioterapia dentro del ojo y todo ello dio como resultado una inactivación del tumor.

Un tratamiento pionero

Previamente a Félix, se probó el mismo tratamiento con otros dos pacientes pediátricos, en cuyo caso se suministró una dosis menor del virus modificado, pero en ambos casos no hubo respuesta. Félix, que lleva un año y tres meses con el tumor inactivo y sin signos de nuevas reactivaciones cuando lo habitual es que éstas se produzcan durante el primer año, ha sido el primer caso de éxito de este tratamiento pionero en el mundo, que ahora se encuentra aún en fase de ensayo.

Tal y como explica el doctor Guillermo Chantada, oncólogo de Sant Joan de Déu, «el tratamiento es altamente efectivo en los modelos preclínicos y ahora estamos en la etapa de llevarlo a los pacientes para probar si es efectivo y seguro en los seres humanos».

En una primera fase, en el contexto de este ensayo, se ha trabajado con trece pacientes para probar la toxicidad del tratamiento y determinar la dosis máxima tolerada y, una vez se ha concretado cuál es esa dosis y se ha comprobado que es seguro, se inicia una segunda fase, que es en la que se encuentra actualmente, en la que se trata de comprobar la eficacia del mismo. Pero para ello, es imprescindible contar con una muestra importante, de manera que desde Sant Joan de Déu hacen un llamamiento a todos aquellos pacientes que sufren retinoblastoma y no responden a los tratamientos convencionales para que entren a formar parte del ensayo, porque «cuantos más pacientes reclutemos, más posibilidades de aprobar antes el tratamiento tenemos».

Oncovirus para tratar otros tumores

Hay que tener en cuenta además que, tal y como pone de relieve Cascalló. «El virus VCN-01 es interesante para aplicaciones pediátricas pero es aplicable también a cualquier tumor humano », de manera que VCN Biosciences, que pertenece al Grupo Grífols, lo está «desarrollando para otras aplicaciones, como el tratamiento del cáncer de pánceras y otros tipos tumorales, y también con buenos resultados».