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Elecciones Catalanas

Entrevista

Ignacio Garriga: «El PSC fue el caballo de Troya del separatismo y ahora comparte agenda»

El candidato de Vox a la Generalitat rechaza facilitar una investidura de Salvador Illa porque considera que es «tan problema» como el independentismo

El diputado y candidato de Vox a la Generalitat, Ignacio Garriga Miquel GonzálezMiquel González / Shooting

Ignacio Garriga (Sant Cugat del Vallès, 1987) conversa con este diario a 10 días del 14-F. Odontólogo, inició su trayectoria política en el PP con 18 años y en 2015 se sumó a Vox. Ahora, está convencido de que su partido conseguirá una «irrupción fuerte» en el Parlament.

Se lo habrán preguntado muchas veces. ¿No le parece contradictorio que se presenten a estas elecciones si están en contra de las autonomías?

Pues no. Nosotros, dentro de las reglas del juego, que son la Constitución del 78 que establece un régimen autonómico, queremos participar en la actividad política y dar voz al conjunto de los catalanes. Eso sí, no renunciamos a seguir trabajando y convenciendo a cada vez más y más españoles para lograr las mayorías parlamentarias para realizar los cambios constitucionales pertinentes y acabar con el estado autonómico, que consideramos que es fallido porque ha roto el principio de igualdad y solidaridad entre todos los españoles. Incluso, atacamos lo que supone el estado autonómico, que es un gasto elefantiásico para mantener las estructuras administrativas de los 17 reinos de taifas que hay en España.

¿No creen que las autonomías sirven también como contrapeso a Pedro Sánchez y el poder del Gobierno?

Lo que nos ha demostrado esta pandemia es que con 17 autonomías ha sido un absoluto caos competencial. Ha sido un agravio comparativo entre muchísimas regiones de España: solo hace falta ver el ejemplo de los hosteleros, que en Madrid están abiertos y en Andalucía tienen un horario y en Cataluña están cerrados durante muchas más horas. Ya no hablemos de las acciones propias en los peores meses, donde veíamos que la Generalitat convertía las residencias de ancianos en morgues, frente a otros que no las gestionaban tan mal. En definitiva, que haya 17 maneras de afrontar la pandemia ha sido un absoluto caos. El gobierno socialcomunista no es ni mucho menos un ejemplo porque es el principal responsable, pero en caso de haber tenido un gobierno central capacitado habríamos sido más eficaces.

Pero las competencias autonómicas han permitido a los hosteleros de Madrid haya sobrevivido. ¿No es algo favorable?

No, porque repito ninguna región autonómica, por ejemplo, ha reducido el gasto político para destinarlo a la emergencia sanitaria. ¿Por qué? Porque cada uno intenta velar por su pequeño reino de taifa y seguir aprovechando el sistema autonómico que cada gobierno regional aprovecha para colocar a los suyos y generar superestructuras y ceder más gasto autonómico. El concepto del contrapeso al Gobierno no lo compro porque ninguno de ellos se ha demostrado que haya destinado el dinero a la emergencia sanitaria.

¿A qué aspira Vox en estas elecciones?

Pues fundamentalmente a dar voz a millones de catalanes que están hartos de las consecuencias del separatismo y de la izquierda y a millones de catalanes que estaban silenciados. Es decir, dar voz a esa Cataluña silenciada que ningún partido estaba representando porque ningún partido estaba dando voz a los problemas corrientes de los catalanes y eso veremos en cuánto se traduce el 14 de febrero, pero estoy convencido de que será una irrupción muy fuerte.

¿Por qué primero amagaron con investir a Illa si hicieran falta sus votos y después se han desdicho?

El mismo secretario general (Javier Ortega-Smith) lo aclaró en esa misma entrevista. En ningún caso se nos pasa por la cabeza pactar con Illa y menos con el PSC. Hace unos meses presentamos una moción de censura al Gobierno. Consideramos al señor Illa responsable de la muerte y de la ruina de millones de compatriotas y, además, consideramos a Illa y el PSC socios del separatismo. Son tan problema el separatismo como Illa y el PSC. Por tanto, nosotros nunca estaremos ni con Illa ni con el PSC. Vienen a reeditar el tripartito.

Si sus votos fueran necesarios para acabar echar al independentismo, ¿qué harían?

No consideramos al PSC un partido constitucionalista. El PSC fue hace unos años el caballo de Troya del separatismo y ahora ya abiertamente comparte la agenda con el separatismo. La única diferencia es que el separatismo apuesta por una vía unilateral y el PSC por la puerta de atrás está intentando subvertir el orden constitucional y tirar adelante el estado federal.

Es decir, ¿tampoco van a facilitar la investidura ni aunque les permitiera negociar algunas cosas a cambio?

No, nosotros no vamos a negociar la investidura de ningún presidente que sea de izquierdas o separatista. Pero, una vez empiece la legislatura, estaremos en el Parlament y habrá leyes que se tendrán que votar a favor y otras en contra. Cuando arranque la legislatura, con el gobierno que sea, exigiremos y haremos todo lo posible para dar voz a los catalanes que están sufriendo la imposición del separatismo, con la inmersión lingüística o la presión fiscal.

¿Cuál sería la primera medida que impulsarían si llegaran a la Generalitat?

Pues acabar con el despilfarro millonario en gasto político que lleva décadas perpetrando el separatismo. Las primeras leyes irían encaminadas a acabar con tantísimos chiringuitos y entes paragubernamentales, entre los que metería a esos medios de comunicación, que son de manipulación, confrontación y generar odio. Quiero acabar con el gasto político, es decir, acabar con el estado del bienestar de los políticos y construir de verdad el estado del bienestar de los catalanes. Todo ese dinero recortado quiero dedicarlo a las listas de dependencia, a pagar ayudas directas a hosteleros, comerciantes o sector del turismo. Acabar con los barracones en los colegios y reforzar, sobre todo, a la sanidad en plena pandemia.

¿Qué significa acabar con el bienestar de los políticos?

Significa acabar con las partidas millonarias que están registradas en los presupuestos de la Generalitat que están destinados por ejemplo a entidades paragubernamentales o altos cargos de la Generalitat. Si todo eso lo recortamos, acabamos con el estado de bienestar de los políticos. Ese gasto que se destina a políticas ideológicas.

¿A sanidad cuánto dedicarían?

Ahora mismo, yo creo que debería ser un porcentaje altísimo. Hay que ver claramente cuáles son los números. No sabemos cuánto podríamos llegar a recortar, estamos haciendo un estudio y paso previo hay que hacer una auditoría en la Generalitat para ver cuánto están gastando en sus delirios ideológicos y toda esa partida cuantificarla y destinarla a la emergencia sanitaria. Posteriormente iríamos reduciendo esa partida a temas sociales, como, autónomos, comerciantes o turismo, y, sobre todo, la seguridad. Menos tertulianos y más policía para poder identificar a los inmigrantes ilegales y deportarlos a sus países.

¿Cómo se acaba con el ‘procés’?

Haciendo pagar a los responsables del golpe de estado, no solo a los que han estado en la cárcel, sino a muchos que están aún dando vueltas y que cumplan las penas íntegras. Y, sobre todo, eliminando los instrumentos que tiene el separatismo para llevar a cabo su agenda rupturista e ideológica. Eso requiere tener muy claro que con el separatismo no se dialoga. Al separatismo se le combate con la Ley y retirándoles las competencias de Educación, Interior y Justicia. Hasta que el Estado no logre recuperar competencias, el separatismo seguirá imponiendo su agenda ideológica.

Pero hay mucha gente a favor de la independencia. ¿Cómo se seduce a esa población?

Por eso quiero recuperar las competencias educativas porque gracias a la educación y los medios de comunicación están consiguiendo generar ese clima de odio y de manipulación de la Historia y de sentimientos a través de un relato victimista. En el momento que empecemos a explicar a las generaciones presentes y futuras la verdadera historia y realidad de Cataluña como parte de España, los catalanes se darán cuenta de que viven en una gran nación.

Usted rechaza que le llamen político y defiende que es odontólogo, ¿obligaría a que los políticos hayan pasado antes por el sector privado?

Yo no prohibiría porque no soy partidario se prohibir nada. Lo que sí que exigiré es que los altos cargos con responsabilidad sean personas técnicas y capaces. El político tiene que estar rodeado de personas especialistas en cada materia.

Pero, precisamente, se ha criticado mucho que Abascal haya vivido toda la vida de la política en altos cargos.

Se olvidan que él estando en un alto cargo, renunció a ese alto cargo y alto sueldo para empezar una start-up que era Vox y construir un proyecto político.

Ustedes apuestan por una rebaja de todos los impuestos. ¿De cuánto sería?

Primero hay que hacer una auditoría, pero nuestro objetivo es reducir al máximo nuestros impuestos al mínimo posible.

¿Tienen algún plan para que regresen las empresas que se han ido?

Garantizar la seguridad jurídica; acabar con la política fiscal confiscatoria de la izquierda y del separatismo; y, promover una política fiscal dinamizadora de la economía.

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