Coronavirus

Cataluña vacunará este mes a la franja de entre 50 y 59 años

La Generalitat asegura que el toque de queda “catalán” dependerá de la evolución epidemiológica de esta semana

Una mujer y una sanitaria en el circuito de vacunación de Fira de Barcelona, a 26 de abril de 2021, en Barcelona. Europa Press
Una mujer y una sanitaria en el circuito de vacunación de Fira de Barcelona, a 26 de abril de 2021, en Barcelona. Europa PressDavid ZorrakinoEuropa Press

Mientras la Generalitat deshoja la margarita con el toque de queda catalán, la campaña de vacunación coge impulso. La consejera de Salud en funciones, Alba Vergés, anunció ayer que «seguro» que a mediados de mayo comenzará la inmunización de las personas entre 50 y 59 años. En una entrevista en Catalunya Ràdio, la responsable de Salud apuntó que durante este mes se doblarán el número de dosis respecto a las de abril y aseguró que el 9 de mayo, cuando decaiga el estado de alarma, el 80% de las personas de entre 60 y 79 años ya estarán vacunadas.

De hecho, incluso ayer, primero de mayo, se mantuvo la vacunación en los 24 puntos habilitados por el Departamento de Salud a lo largo y ancho de Cataluña. Concretamente, las dosis van dirigidas a los ciudadanos que tienen entre 70 y 79 años y se les administra la vacuna de Pfizer.

Una vez finalice la vacunación de estos grupo de población, Vergés explicó que «quizás» también se organiza por franjas a los ciudadanos de entre 40 y 49 pero que, por debajo de esta edad, las convocatorias podrían ya ser «masivas» y sin «hilar tan fino», apelando, directamente, a mayores de 16 o 18 años. En relación con la inmunidad de grupo, la responsable de Salud ha asegurado que si la Unión Europea cumple con sus compromisos de entrega de vacunas, se podría llegar a vacunar al 70% de catalanes en julio.

Desbarajuste

En cuanto a AstraZeneca, Vergés denunció el «desbarajuste» en relación con las franjas de edad que se puede administrar, y advirtió que confía en que no se produzca una «situación absurda: recibir vacunas y no poderlas poner» porque el Estado aún no ha decidido qué hacer con ellas.

Vergés reiteró que el gobierno está trabajando para encontrar las herramientas para poder aplicar, sólo si se necesitan, restricciones similares a las que desaparecerán con el fin del estado de alarma. En todo caso, apuntó que la última palabra será de los tribunales, el TSJC. «No deberíamos encontrar obstáculos en los tribunales, como ha ocurrido en alguna ocasión», advirtió.

Al respecto también se pronunció el conseller de Interior de la Generalitat de Catalunya, Miquel Sàmper, quien condicionó la prolongación o modificación del toque de queda a la evolución de los datos epidemiológicos y a la llegada de vacunas para la semana que viene. En una entrevista de Rac1, Sàmper aseguró que el confinamiento nocturno ha demostrado ser eficaz, pero también que es una limitación de los derechos fundamentales, y que se debe «cambiar el paradigma y mirar hacia delante, porque ya hay vacuna». Preguntado por si desde el domingo 9 de mayo desaparecerá el confinamiento autonómico en Cataluña, respondido que «era una medida recogida por el estado de alarma, y todas ellas decaen», y aseguró que el próximo objetivo es ampliar los aforos. Aun así, subrayó que el Govern está intentando dotarse de instrumentos jurídicos; concretamente, de «un decreto ley a la carta» que prevé que esté listo el próximo martes. De esta forma, el Govern tomar medidas «de forma rápida si fuera necesario» para proteger a la ciudadanía de un brote al caer el estado de alarma, con la vista puesta en el brote de coronavirus en India.

También están «explorando» la vía de la delegación competencial, que para él sería una solución cómoda y ágil para tomar decisiones, pero que sería solo para tenerla en el cajón, apuntó textualmente. Y añadió que, si el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) debe tomar decisiones que impliquen recortar derechos fundamentales a partir del final del estado de alarma, «se toman con tres o cuatro días de retraso».