Cataluña

La antigua Convergència se reorganiza para desbancar a Puigdemont

Varios partidos catalanistas de centroderecha planean unirse y tientan al PDeCat

Angels Chacón, Astrid Barrio, Antoni Fernández Teixidó y Marta Pascal.
Angels Chacón, Astrid Barrio, Antoni Fernández Teixidó y Marta Pascal.larazon

El mapa político catalán ha registrado dos terremotos en la última década: el 15-M, que ha dado pie a formaciones como la CUP (ya existía, aunque su presencia ganó mucho peso) o Podemos; y, el «procés», que ha impulsado a partidos como Ciudadanos y Esquerra, y ha transformado radicalmente a espacios como Convergència. El balance: el Parlament ha pasado de cinco fuerzas políticas a tener ahora ocho y la política catalana sigue lejos de estabilizarse. De hecho, parece abonada a la volatilidad por mucho tiempo.

En este contexto, la Lliga de Astrid Barrio, Lliures de Antoni Fernández Teixidó y el Partit Nacionalista de Catalunya (PNC) de Marta Pascal, tres partidos catalanistas de centroderecha nacidos de las cenizas de Convergència, han iniciado un proceso de confluencia para unirse bajo unas únicas siglas y desbancar al partido de Carles Puigdemont (JxCat), que se ha quedado con parte del dominio del antiguo espacio que reinaba Jordi Pujol, primero, y luego, Artur Mas.

JxCat continúa alimentándose de la bolsa de votantes que dejó el antiguo espacio convergente, aunque ha menguado mucho, ya que CiU logró 1,2 millones de votos en 2010 y JxCat se quedó en 568.000 en 2021. Entre estas tres formaciones catalanistas aspiran a atraer parte de ese electorado y hacerse un hueco en el panorama político catalán, aunque parece un reto complicado por ahora: cabe recordar que ni la Lliga ni Lliures concurrieron a las elecciones del 21-D y el PNC se quedó en 4.500 votos.

Por ello, están tratando de sumar también al PDeCat (hay negociaciones al más alto nivel). El partido de Artur Mas, que ahora lidera Àngels Chacón, se quedó a 1.500 votos de obtener representación parlamentaria el 21-D (en total, logró 77.000 sufragios) y tiene una importante estructura territorial. Tiene 140 alcaldes y cuatro diputados en el Congreso, que se han quedado en el partido a pesar del órdago de Puigdemont cuando creó JxCat. Es decir, si no han salido del PDeCat, será difícil que lo hagan ya.

El objetivo que se marcan es devolver a Cataluña al «orden» tras casi una década de deriva hacia la «decadencia». Sin embargo, la unidad a cuatro se antoja complicada por la propia naturaleza de cada organización: Lliures y la Lliga son no independentistas, mientras que PNC y PDeCat, sí.

Para sortear este obstáculo, se han conjurado a «obviar» por ahora esas diferencias sobre el «procés» y centrarse en los puntos en común que tienen a nivel programático. «Hay otras urgencias que tratar ahora», explican algunos de los involucrados en esta operación a cuatro, dando por hecho que el «procés» irá quedando en un segundo plano (sobre todo, tras los indultos) y ganarán terreno los ámbitos más económicos y sociales. Entre las señas de identidad del nuevo espacio, estarán hacer política dentro de la legalidad y con lealtad e implicación en la gobernanza de España (por ello rehúyen la etiqueta de ser la «nueva Convergència»), bajada de impuestos y potenciar la economía desde muchos ámbitos (acelerar el corredor del mediterráneo, atraer a las empresas que se marcharon, desarrollar hubs tecnológicos o ayudar al sector hostelero).

La unión entre la Lliga, PNC y Lliures ya tiene fecha: el Congreso está previsto para diciembre. De momento, se desconoce cuál será la nueva marca que surja y los liderazgos que la encabecen. El primer reto serán las municipales de 2023 con el claro objetivo de echar a Ada Colau de la alcaldía de Barcelona.

Units es otro de los partidos surgidos de CiU,aunque, de momento, ha rechazado participar en esta operación. El partido tiene representación en el Parlament y cogobierna en Barcelona y opta por seguir en coalición con el PSC.