Cómic
Vuelve Blacksad, el detective del cómic
El personaje de Guarnido y Díaz Canales regresa con una aventura en Nueva York
Ha vuelto John Blacksad, el gato detective con aroma a lo mejor del género negro y eso ya es una buena noticia. Uno de los personajes más internacionales de nuestro cómic, en la actualidad traducido en una treinta de países, regresa a su ciudad, Nueva York, para enfrentarse a la corrupción urbanística, en una trama que se sitúa en los años cuarenta y donde no faltan algunos personajes clásicos de la serie, como el reportero y fiel escudero Weekly, o nuevos, Solomon, un empresario con forma de halcón y al que no le importa hacer lo que sea por su propio interés. Eso, y mucho más, es lo que tenemos en las páginas de «Todo cae» (Norma Editorial), primera de las dos entregas de este retorno tan esperado.
El guionista Juan Díaz Canales y el dibujante Juanjo Guarnido se encuentran estos días promocionando las nuevas andanzas de su personaje más querido, un gato que fuma cigarrillos y viste una gabardina propia de las novelas de Raymond Chandler. Los dos autores, en declaraciones a este diario, explicaron lo que ha supuesto retomar una serie que algunos sospechaban que había concluido. «Tal vez la publicación del integral hizo que se pensara que se había acabado, pero no es así. Hemos estado trabajando en este tiempo en proyectos muy interesantes cada uno, pero Blacksad no se había ido de la mente en ningún momento. Queríamos volver cuando fuera posible. La vida a veces te lleva por dónde menos te esperas», explicó Guarnido.
Los anteriores libros de Blacksad, basado en los colores, llevó al personaje por Nueva Orleans, Texas o Las Vegas. Ahora era el momento de que pudiéramos ver al detective en la ciudad de los rascacielos. «Nos apetecía que volviera a sus raíces, ejerciendo su oficio en su despacho. Nueva York era el marco idóneo para todo esto», comentó Díaz Canales. Tanto guionista como dibujante trabajaron a conciencia para documentarse sobre la gran urbe en ese tiempo. «Nos aplicamos a conciencia en conocerlo todo, en adentrarnos en ella. Esto forma parte de la historia de amor que tenemos con Nueva York», explica Juan Díaz Canales añadiendo que Juanjo Guarnido «ahora tiene como una especie de superpoder que le permite identificar los edificios que son de época y con barrios tan bonitos y hogareños».
Una de las grandes tramas de «Todo cae» es la corrupción urbanística en Nueva York y que queda personificada en la figura de Solomon. Díaz Canales matiza que «nos adentramos en el conflicto que supone el crecimiento de la ciudad, no en la corrupción. Nos interesaba tratar sobre los conflictos, la movilidad y el poder, algo que afecta a todos los estratos. Es una ciudad que es como una máquina donde las piezas se averían y esa avería afecta a la institución pública». En este sentido, Solomon toma mucho de alguien que existió realmente. Se llamaba Robert Moses y es conocido por ser el «constructor maestro» de la mitad del XX de la ciudad de Nueva York, Long Island, Condado de Rockland, y Condado de Westchester. Los autores de Blacksad resaltan de él que «manejó la política empresarial de Nueva York durante tres décadas, aunque no tuvo ningún cargo público. Lo que sí tuvo fue mucho poder de decisión. Era un fanático del progreso que tomó decisiones muy controvertidas. Por ejemplo, abogaba por el uso de los coches y en desmontar el transporte público. Tampoco le importaba arrasar barrios porque, como él decía, no se podía hacer una tortilla sin romper huevos».
Tampoco faltan guiños a la cultura del momento, como lo demuestra la aparición de Sammy Davis jr. actuando en una de las fiestas «playboy» organizadas por Hugh Hefner. «Es muy divertido poder reinterpretar a un personaje real. Nos gusta mucho la idea de tomarlo como base, sin prohibirnos ir más allá», según Guarnido. «Nos gusta tratar con personajes históricos, usar esos eventos sociales, acontecimientos de esa década y aspectos culturales para incorporarlos en el álbum, como hicimos al introducir anteriormente con la generación beat o el jazz. Es lo que pasa también con el festival dedicado a Shakespeare en el parque, que es como empieza la historia. Además de plantar un telón de fondo, queremos que la zoomorficación que planteamos sea coherente. Son cosas que ayudan al lector a entrar en ese mundo».
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