Procés
El “Gobierno fake” de Puigdemont ya agita la “batalla” contra el Estado
El eurodiputado Toni Comín reta a ERC: “Si hay alguien que se quiera desvincular del mandato del 1-O, que lo haga en el Parlament”
Carles Puigdemont constituyó este finde semana pasado su “gobierno “fake” con un objetivo: relanzar el desafío y pasar de la “resistencia” a la “confrontación”. Una hoja de ruta al margen Pere Aragonès y Esquerra para acaparar foco y tratar de dirigir el “procés” desde Waterloo. Y ayer, el vicepresidente y “número dos” del Consell per la República, Toni Comín, ya dio los primeros pasos en este sentido. En concreto, agitó el fantasma de la desobediencia, puso el acento en la gesticulación –habló, usando términos bélicos, de “guerra” y “batalla” contra el Estado– e incluso retó a ERC a desdecirse y desvincularse formalmente del 1-O. Es decir, de la vía unilateral.
En una entrevista grabada en Catalunya Ràdio, el eurodiputado de Junts no mentó ni se refirió explícitamente a los republicanos –su anterior formación– aunque sí mencionó a los “partidos de la mayoría independentista” y desafió a que “si hay alguien que se quiere desvincular del mandato del 1-O” que “lo haga a través de una resolución del Parlament”, dejando sin efecto las resoluciones de la cámara que lo recogían. “No tiene sentido construir ningún consenso independentista al margen del 1-O”, reiteró tras señalar que “no vale” decirlo en mítines, programas electorales o discursos de investidura. Un mensaje directo hacia la línea de flotación republicana y su apuesta por la vía pactada y negociada con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Es más, tras referirse al referéndum ilegal de independencia de 2017, Comín admitió que “la batalla continúa” y que desde el Consell per la República –el ente privado que Puigdemont fundó desde Waterloo y del que ahora cuelga esta suerte de Ejecutivo “fake”– hay que “crear instrumentos para seguir ganando”.
El eurodiputado y “número dos” del Consell per la República se refirió así a la hoja de ruta que prepara Puigdemont y su círculo para “volver a la ofensiva” y “culminar el proceso iniciado el 1-O”, sin más concreciones que las algaradas públicas de sus dirigentes en esta nueva etapa del “procés”, con los partidos divididos, sin rumbo común y Puigdemont agitando la carta de la desobediencia ante ERC. Su estrategia, eso sí, parte de la «declaración política» aprobada por el “Gobierno fake” este sábado pasado y en la que reivindica una vuelta a la vía unilateral, una fórmula que solo apoyan el 11% de catalanes, según la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat publicada la semana pasada.
Y Comín ahondó ayer en este mensaje, insistió en la independencia unilateral y la usó para criticar abiertamente la estrategia de Esquerra. “En Cataluña hay en estos momentos unas estrategias que no son consecuentes con los objetivos que dicen servir”. “Es decir, si el objetivo es conseguir la independencia de Cataluña, entiendo que la mesa de diálogo no sirve para ese objetivo”, aseguró sobre el foro pactado entre los republicanos y el Gobierno de Pedro Sánchez para resolver el llamado “conflicto catalán”. “Tenemos un problema, la Generalitat no está desbordando democráticamente al Estado”, prosiguió en sus críticas contra los republicanos.
“No se puede concebir el proceso de independencia sólo llamando a la puerta del Gobierno y pidiéndole que se siente a hablar contigo”, zanjó sobre un foro del que Junts se ha desentendido y que recibe constantes críticas por parte de destacados dirigentes posconvergentes como el propio Puigdemont o Laura Borràs. Cabe recordar además que el propio expresident ha llamado a las bases independentistas a romper con los partidos en un claro desafío a ERC y al president Pere Aragonès. De hecho, los republicanos no están presentes en el sanedrín de Puigdemont y Comín en el Consell per la República dadas las fuertes discrepancias existentes.
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