Opinión

Lo normal y lo anormal

Manuel Marchena
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Que la Asociación de Coleccionistas Filatélicos hubiese invitado a don Manuel Marchena a dar una conferencia sobre avances de la física nuclear, hubiese sido algo anormal (es decir, no normal), que el Colegio de Abogados de Barcelona o de la Abogacía como se llama ahora invite a don Manuel Marchena a dar una conferencia sobre Derecho Penal e Inteligencia Artificial es normal, considerando que don Manuel Marchena es el Presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, última instancia jurisdiccional en el ámbito penal.

Que unos señores y señoras mayoritariamente de edad avanzada, prefieran salir a la calle a manifestarse contra lo que sea es algo que entra de lleno en su libertad y uno lo entiende, porque es más entretenido eso que estar en el Casal dels Avis o cuidar nietos, además son muy libres de estar enfados con quién quieran, sea don Manuel Marchena o sea el lucero del alba.

Que nos insulten a quienes vamos a escuchar una conferencia normal es algo más raro pero soportable, lo que si se les debe aconsejar es que vigilen por su salud, la edad no perdona y en un solo día tener que ir a silbar a la Infanta, cortar la Meridiana e ir a manifestarse contra una conferencia, se me antoja un riesgo excesivo para esos 200 inasequibles al desaliento de edad avanzada. Especialmente me preocupó una señora entrada en años que nos persiguió a la salida, estaba muy colorada y exaltadísima llamándonos de todo, yo mientras me encendía un puro la iba mirando no fuese que le diese un jamacuco por el exceso de entusiasmo.

Que unos diez abogados se levantaran y se fueran lanzando proclamas, tampoco es normal, si a mí no me gusta una charla no voy y punto final, lo otro son ganas de montar el numerito y hacer el ridículo.

La conferencia magnífica, sin papel y todo de memoria, el panorama es que los robots como nos descuidemos nos envían a todos al paro, las preguntas interesantes y algunas discrepantes lo que aumentó el interés de la charla. Por mi parte no pregunté nada porque antes inventarán un robot que juegue al fútbol mejor que Mbappé, que uno que sepa más Derecho Penal que mi compañero de despacho, amigo y maestro el profesor Gonzalo Quintero.

Luego unas cañas y a casa, normal casi todo normal.