Desperdicio alimentario

Cada hogar en Cataluña gasta 330 euros al año en alimentos que no se consumen y acaban en la basura

La Generalitat advierte que el derroche alimentario equivale al consumo de agua de todas las familias catalanas durante 37 días

(Foto de ARCHIVO) Foto de archivo del Banc dels Aliments. REMITIDA / HANDOUT por MANU MITRU - BANC DELS ALIMENTS Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 17/02/2021
Una imagen previa a la distribución de varias frutasMANU MITRU - BANC DELS ALIMENTSEuropa Press

"Hay un gasto económico importante o un ahorro que podrían hacer las familias catalanas", aseguró ayer el conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, quien apuntó que "los hogares catalanes lanzan 900 millones de euros en alimentos".

Lo dijo ayer en una rueda de prensa junto al presidente del Banc dels Aliments, Lluís Fatjó-Vilas, durante una visita del conseller a las instalaciones de la entidad en Barcelona.

Según comentó Ordeig, este derroche alimenticio, que cifró en 900 millones, equivale al consumo de agua de todas las familias catalanas durante 37 días o a 14.000 piscinas olímpicas llenas.

Además, el conseller señaló que esta problemática provoca 460.000 toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a 21.000 vuelos entre Barcelona y Bruselas con 200 personas a bordo de cada trayecto.

Por su lado, Fatjó-Vilas señaló que en los últimos cinco años, el Banc dels Aliments ha recuperado más de 70 millones de kilos de alimentos, y apostó por concienciar a la ciudadanía de que el derroche de alimentos "es un dispendio" que la sociedad no se puede permitir.

Por persona

Estas cifras que detalló ayer Ordeig y que se recogen en la "Diagnosis del derroche alimentario en los hogares de Cataluña 2025", suponen que, de media, cada hogar catalán gasta 330 euros en la compra de unos alimentos que acabarán lanzando sin haber consumido. Por persona, supone un gasto promedio de 112 euros al año. Un dinero que, al fin y al cabo, acaba en la basura.

En cuanto a peso, los hogares catalanes derrochan cada año más de 170.000 toneladas de alimentos, lo que implica un desperdicio de casi 64 kg de comida por cada hogar.

Según el mismo informe presentado ayer, el 70% de derroche son alimentos no cocinados, ya sean frutas, carne o verduras, mientras que casi el 20% son cocinados y un 10% alimentos que se guardan en la nevera.

La Generalitat quiere actuar

Ordeig avanzó que durante el próximo año el Govern prevé aprobar una estrategia contra el derroche, ligada a la Ley de Alimentación aprobada por el Parlament en 2020.

Esta ley (3/2020) obliga a las grandes y medianas empresas a tener un plan de prevención de despilfarro alimentario, así como a medir y reportar las pérdidas anuales en este sentido. Jerarquiza las acciones a llevar a cabo: prevenir, donar para consumo humano, destinar a alimentación animal, compostar, valorizar energéticamente y, como última opción, eliminar. Además, obliga a los restaurantes a permitir al cliente llevarse la comida no consumida en tuppers adecuados.