Presupuestos

El Govern regresa a la CUP tras los desplantes presupuestarios del PSC

Representantes de la formación antisistema y del ejecutivo se reunieron ayer por la mañana en el Palau de la Generalitat para negociar los Presupuestos de 2024

 El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
El presidente de la Generalitat, Pere AragonèsAndreu DalmauAgencia EFE

La Generalitat ha vuelto a acudir a la CUP -primera formación que avaló la investidura del presidente Pere Aragonès-, esta vez para conocer las preferencias de los anarcoindependentistas de cara a un hipotético apoyo a los Presupuestos del Govern para 2024. Los votos favorables de los nueve diputados de la CUP a las cuentas públicas impulsadas por ERC serán en vano si el acuerdo con el PSC no se materializa. No obstante, puesta de manifiesto la demora en las negociaciones con los socialistas, el Govern ha tenido a bien sondear el apoyo de una fuerza política que votó, hace un año, en contra de unos Presupuestos que, prorrogados, siguen rigiendo la vida de los catalanes.

En una reunión convocada en el Palau de la Generalitat a primera hora de la mañana, la secretaria general de Presidencia, Núria Cuenca; el secretario general de Economía, Josep Maria Aguirre; y el director general de Coordinación Interdepartamental, Marc Ramentol; por parte del ejecutivo, y los parlamentarios Xavier Pellicer y Mar Ampurdanés, de la CUP, han compartido «las diferentes propuestas que se habían trasladado en las anteriores reuniones». Así lo ha explicado la formación anticapitalista en un comunicado, en el que también se ha publicado que el encuentro tuvo una duración aproximada de una hora y media.

La CUP ha reclamado al Govern, asimismo, que cumpla con las «propuestas de mínimos» para que su grupo se siente a negociar los Presupuestos de 2024. Como empieza a ser costumbre en las reuniones de la Generalitat con otros grupos políticos, el ejecutivo ha mostrado un mayor entusiasmo tras el encuentro que su interlocutor. Fuentes del Govern aseguran que «la reunión ha ido muy bien» y que se han emplazado a volver a encontrarse para «seguir hablando».

La formación de Carles Riera, cuya presidenta en el Parlament es Montserrat Vinyets, ha exigido que un25% del Presupuesto sea destinado a la sanidad pública, 1.000 millones de euros se dediquen a la adquisición y construcción de vivienda pública y, finalmente, que se apueste de forma decidida por una empresa energética pública y por «una distribuidora pública de bienes básicos». Los representantes del Govern, que no consideraban ninguna de las partidas en estos términos ni contemplaban el despliegue de las mencionadas compañías de titularidad pública, confían en alcanzar un acuerdo intermedio con la CUP que permita presionar al PSC -o en su defecto a Junts- y que facilite la aprobación de unas nuevas cuentas para la Generalitat, la única garantía que tiene a su alcance Pere Aragonès para asegurar que se finaliza la legislatura.

El gran punto de desencuentro recae otra vez en los «macroproyectos» que el Govern acordó con el PSC en los Presupuestos de 2023. Los socialistas afean al Govern que no los ha desarrollado según lo pactado y tanto antisistemas como comunes marcan la línea roja en su implementación. La CUP, en este caso, advierte que «los macroproyectos van en contra del cambio climático y de la situación de emergencia por la sequía» que atraviesa Cataluña. Tanto el Hard Rock de Vila-seca y Salou (Tarragona), como la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat, son rechazados con vehemencia por CUP y comunes, y con equivalente firmeza son defendidos por el PSC frente a un Govern necesitado de apoyos y sin una opinión firme al respecto.

Con esto juegan los potenciales socios: el portavoz de los comunes en el Parlament, David Cid, pidió también en la jornada de ayer a la consellera de Territorio, Ester Capella, que no apruebe el Plan Director Urbanístico (PDO) del Hard Rock «si realmente piensa que no tiene ningún sentido». La diputada de ERC y titular de la cartera competente en esta materia es por convicción contraria al desarrollo de este macrocomplejo, y a la debilidad de defender algo en lo que no se cree se suman unas declaraciones de la propia consellera afirmando que «sería inaudito que el PSC condicionara los Presupuestos al Hard Rock», dando alas a unos y otros para presionar a un ejecutivo cada vez más débil.

Cid ha defendido en la rueda de prensa que concedida en el Parlament que «macroproyectos fracasados como el casino más grande de Europa no caben en la Cataluña de 2024» y ha exigido conocer la postura real de ERC respecto a «la auténtica ocurrencia que supone construir el casino más grande de Europa en Tarragona». El propio portavoz ha detallado, asimismo, que su grupo ha mantenido conversaciones telefónicas con el Govern en los últimos días. Para Cid, Cataluña «necesita Presupuestos» pero advierte que «no habrá un cheque en blanco» por parte de su partido. Los comunes acusan al Govern, como el PSC, de no cumplir los acuerdos alcanzados en 2023 y el diputado ha sentenciado que «la pelota está en su tejado, ya saben cuáles son nuestras condiciones».