Opinión

Israel y Argentina

Una reflexión sobre dos países y dos pueblos hermanos

Una bandera israelí ondea en el asentamiento judío de Maaleh Adumim, en Cisjordania
Una bandera israelí ondea en el asentamiento judío de Maaleh Adumimlarazon

Israel y Argentina no son para España como Kazajistán y Samoa, con todos los respetos para estos países.

Israel y Argentina son, por razones diferentes, dos países y dos pueblos hermanos.

Argentina es junto a Cuba, el país más español del mundo. Pasear, por ejemplo, por Buenos Aires es sentir una mezcla entre Madrid y Barcelona, donde siempre somos bienvenidos. Recuerdo callejeando por el barrio de Palermo ver estupefacto en un bar a decenas de argentinos vibrando con un Español-Betis. Me pareció un ejemplo más de lo que allí se quiere a España y a los españoles como nosotros a ellos.

Un argentino y un español son dos acentos diferentes, una misma forma de ver la vida y, si me apuran, de sentir las cosas. Cualquiera que haya estado allí lo entenderá, como un argentino que venga a España. No somos mutuamente extranjeros.

España y Argentina están unidas por encima incluso de las instituciones aunque estas se llamen Pedro o Begoña.

Israel es el último y único bastión de la democracia y los valores occidentales en una zona muy compleja y rodeada de enemigos que pretenden su desaparición. Desde el mar hasta el rio repitió inconscientemente Yolanda Díaz, ni más ni menos que vicepresidenta del Gobierno, muy bien vestida ella, con tono de maestra aleccionadora, si bien suele decir cosas que ni ella misma entiende. Pues bien, tan progre y feminista ella, Israel es el único país entre el mar y el rio en el que se respetan los derechos de las mujeres. A ella, a la señora. Montero o a la señora Belarra, les preguntaría: Siendo usted mujer y no habiendo nacido en España, ¿dónde hubiese preferido nacer: bajo las leyes israelíes o bajo las leyes que se imponen a Palestina?

Palestina es un pueblo dominado y sojuzgado por Hamás, Hamás es un grupo terrorista. Quien no haya visto en su vida a un terrorista yihadista no sabe a lo que se enfrenta. Yo, por razones profesionales, he interrogado a casi cincuenta y pueden creerme que son pura, simple y sencillamente nuestros enemigos.

Argentina e Israel, ambos con la razón, ambos con la pasión, están en nuestros corazones y en nuestro cerebro. Pura, simple y sencillamente nadie por muy Presidente del Gobierno que sea, tiene derecho a tratar de alejarnos, ni diplomáticamente, ni de ninguna manera por puros intereses electorales.

Muchas veces he acabado mis artículos con un ¡Viva España! Hoy me permito acabarlo con un ¡Viva Israel! y ¡Viva Argentina!