Polémica

Quim Torra, con todo contra Rufián: "Un catalán que hable en castellano en el Congreso español no me representará nunca"

El expresidente de la Generalitat atiza a Rufián por intervenir en español en el Congreso y reabre la polémica sobre su desprecio al castellano

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se abraza al diputado de ERC Gabriel Rufián, ayer a su llegada al Tribunal Supremo
Quim Torra y Gabriel Rufiánlarazon

Nuevo episodio de tensión dentro del independentismo catalán. Quim Torra, expresidente de la Generalitat y uno de los dirigentes más radicales del procés, ha cargado públicamente contra Gabriel Rufián por utilizar el castellano en el Congreso de los Diputados. Aunque sin mencionarlo expresamente, Torra ha lanzado un mensaje directo al líder de ERC en la Cámara Baja: “A mí, un catalán que hable en castellano en el Congreso español no me representará nunca”.

El comentario de Torra, publicado este jueves en la red social X (antes Twitter), llega un día después de que Rufián interviniera prácticamente en su totalidad en español durante el debate parlamentario sobre la presunta trama de corrupción que salpica al PSOE. Un uso del castellano que ha molestado a sectores del independentismo más purista, especialmente a figuras como Torra o el secretario general de Junts, Jordi Turull.

La crítica de Torra no es nueva, sino coherente con una larga trayectoria en la que ha menospreciado abiertamente a los catalanes que optan por expresarse en español. Ya en 2012, en un artículo publicado en medios digitales, se refería a quienes hablan en castellano como “bestias con forma humana” y los describía como “víboras”, “hienas” o “carroñeros”. Nunca se ha retractado de esas palabras, que siguen circulando cada vez que se reabre el debate sobre la lengua y la representación política en Cataluña.

Un viejo recelo dentro del independentismo hacia Rufián

Gabriel Rufián, pese a ser uno de los rostros más visibles del independentismo catalán en Madrid, nunca ha gozado del respaldo unánime dentro del soberanismo. Su escaso dominio del catalán, él mismo admitió que la princesa Leonor lo hablaba mejor que él, y su preferencia habitual por el castellano en sus intervenciones han alimentado durante años las sospechas de ciertos sectores que lo ven como un “infiltrado”, un político “demasiado español” para representar la causa catalana. Además, ser aficionado del club de fútbol Espanyol, siemrpe le ha pasado factura entre sus filas.

Este nuevo ataque por parte de Quim Torra se enmarca en esa lógica. Para los sectores más identitarios del independentismo, la lengua no es solo una herramienta de comunicación, sino un símbolo político irrenunciable. Por eso, consideran que hablar en castellano en una tribuna como el Congreso, aunque sea perfectamente legal y habitual, equivale a una claudicación ideológica.

El enfrentamiento entre Torra y Rufián evidencia una vez más las fracturas internas del movimiento independentista catalán. Por un lado, los que como Junts y sus dirigentes insisten en una pureza identitaria basada en el uso exclusivo del catalán como elemento de diferenciación. Por otro, los que como ERC tratan de compatibilizar la defensa de la independencia con una estrategia más pragmática y menos excluyente.