Incendio
Los restos del fuego: tres muertos, sexta categoría y casi 40.000 confinados
En total, los incendios en Paüls, Tarragona, y Torrefeta i Florejacs, en Lleida, han devastado unas 9.000 hectáreas
Estas primeras semanas de verano se han convertido en unas de las más devastadoras para Cataluña en la última década, teniendo en cuenta las condiciones climáticas extremas y los incendios que han tenido lugar en el territorio. Además, tal y como advirtió el pasado 2 de julio el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, "hay que mentalizarse de que viene un verano complicado".
Por un lado, el incendio en Torrefeta i Florejacs, en La Segarra, Lleida, originado el 1 de julio, afectó principalmente a una zona agrícola. Alcanzó vientos de hasta 125 kilómetros por hora, y generó un pirocúmulo de unos 14.000 metros. En total, se calcula que arrasó unas 5.577 hectáreas en La Segarra, La Noguera y l’Urgell. Según informó La Vanguardia, el fuego en Lleida pudo haberse originado debido a la chispa de una cosechadora. Menos de una semana más tarde, el incendio de Paüls, en el Baix Ebre, Tarragona, quemó 3.321 hectáreas, según informó el cuerpo de los Bomberos de la Generalitat. Los Mossos d’Esquadra todavía investigan su origen.
Tres fallecidos
Los incendios han provocado la muerte de tres personas en Cataluña, dos en el de Lleida y uno en Tarragona. Las dos personas fallecidas en el fuego de Torrefeta i Florejacs eran, según publicó La Vanguardia, ganaderos "muy conocidos en Agramunt". Uno de ellos era el propietario de una granja porcina y el otro, un trabajador de la misma. Ambos intentaron huir en un vehículo al verse sorprendidos por el fuego, pero tras quedar atascado, continuaron su huida a pie, sin éxito. Sus cadáveres fueron hallados junto a piedras con las que habrían intentado protegerse.
Por otro lado, ayer, sobre las 14:17 horas de la tarde, falleció un auxiliar del Equipo de Prevención Activa Forestal de los Bomberos. La víctima, de 46 años, murió mientras trabajaba en la zona escarpada del flanco derecho del incendio, entre Paüls y Alfara de Carles. El auxiliar se precipitó por un desnivel de más de 20 metros, y tras ser trasladado en estado crítico al Hospital de Tortosa, los médicos certificaron su muerte poco después.
En el día de ayer las autoridades decretaron un día de luto en Cataluña, el presidente Illa suspendió actos y se realizaron varios minutos de silencio en memoria de la víctima.
Sexta generación
En palabras de Salvador Illa, los incendios de hoy "no son como los de hace 20 años". Los fuegos de estas semanas en Cataluña han superado la capacidad de los bomberos. "Aunque tuviéramos tres veces más recursos hay un tipo de fuegos que no se puede apagar. Entonces, la estrategia es protegerse y minimizar daños", aseguró Illa. El primer incendio tuvo una velocidad punta de 28 km/h, registrando así una de las marcas más elevadas de la historia en Europa. Además, le acompañaron vientos que alcanzaron los 120 kilómetros por hora y un pirocúmulo de más de 14.000 metros.
Por todas estas características, el incendio se considera de sexta generación. El de Tarragona, también considerado de este tipo, alcanzó rachas de viento de hasta 90 kilómetros por hora.
Más de 38.000 confinados
El fuego de Tarragona obligó al confinamiento de unas 18.000 personas en Xerta, Aldover, Alfara de Carles, Tivenys, Tortosa y otros municipios cercanos. El confinamiento de Paüls, que duró unas horas más, fue flexible, lo que significa que los vecinos podían salir de sus casas, pero no desplazarse a otros pueblos. Durante el incendio de Lleida, cerca de 20.000 vecinos, según Protecció Civil, tuvieron que quedarse confinados en sus casas. En total, más de 38.000 personas han sido afectadas por estas medidas en Cataluña este verano a causa de incendios.