Educación
Esta es la mejor hora para aprobar exámenes, según la ciencia
Los resultados se pueden aplicar también a entrevistas de trabajo y otros procesos de selección.
En España, cada año, se presentan unos 350.000 estudiantes para las pruebas de selectividad. Y, a pesar de que cerca de un 90% aprueba, muchos de ellos piensan que podrían haberlo hecho mejor.
Ahora, científicos han descubierto que la hora del examen podría ser un factor crítico que influye en su éxito… o fracaso. Incluso excluyendo otros factores, como las horas de estudio, la afinidad con la asignatura o el tiempo de descanso, las probabilidades de aprobar eran mayores alrededor de la hora del almuerzo y menores al principio o al final del día.
“Demostramos que los resultados de las evaluaciones académicas varían sistemáticamente a lo largo del día, con un claro pico en las tasas de aprobación alrededor del mediodía – explica Carmelo Mario Vicario, líder del estudio publicado en Frontiers in Psychology -. Los estudiantes tenían más probabilidades de aprobar a última hora de la mañana que a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde”.
El equipo de Vicario se inspiró en un estudio previo que demostraba que los jueces tenían mayor probabilidad de fallar a favor de un acusado después de las pausas para comer o al comienzo de una sesión. Sin embargo, esto podría haber estado influenciado por los diferentes tipos de casos presentados en distintos momentos. Por lo tanto, analizaron los exámenes orales, que son más subjetivos que las decisiones legales. Si la hora del día influye en el juicio de las personas, los datos a gran escala sobre los resultados de los exámenes deberían demostrarlo.
“Creemos que este patrón podría extenderse a las entrevistas de trabajo o a cualquier proceso de evaluación programado a lo largo del día - añade Vicario -. Nos interesaría mucho investigar si las decisiones de contratación también fluctúan en cuanto a imparcialidad o resultados según la hora del día”.
Una base de datos de la Universidad de Messina permitió a Vicario acceder a los resultados de los exámenes realizados entre octubre de 2018 y febrero de 2020. Con esta información se recopilaron la hora, la fecha y el resultado de 104.552 evaluaciones realizadas por 680 examinadores para 1.243 cursos. También utilizaron el número de créditos otorgados para la titulación por examen para medir la dificultad de cada uno. Esto les permitió excluir la dificultad del examen como factor y realizar un análisis estadístico que evaluaba la probabilidad de aprobar según la hora de inicio.
Los resultados mostraron que solo se aprobó el 57 % de los exámenes. La tasa de aprobados seguía una curva de campana con un pico al mediodía: no hubo una diferencia significativa en la probabilidad de aprobar si el examen se presentaba a las 11:00 o a las 13:00, pero la probabilidad de aprobar era menor si el examen se realizaba a las 08:00 o a las 09:00, o a las 15:00 o a las 16:00. La probabilidad de aprobar era equivalente a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde.
“Estos hallazgos tienen amplias implicaciones – añade Alessio Avenanti, coautor del estudio -. Ponen de relieve cómo los ritmos biológicos, a menudo ignorados en contextos de toma de decisiones, pueden influir de forma sutil pero significativa en el resultado de evaluaciones de alto riesgo”.
Aunque el estudio no puede identificar los mecanismos que subyacen a este patrón, el pico de aprobados al mediodía es coherente con la evidencia de que el rendimiento cognitivo mejora a lo largo de la mañana antes de declinar por la tarde. La disminución de los niveles de energía de los estudiantes podría provocar una menor concentración, lo que compromete su rendimiento. Los profesores también podrían estar experimentando fatiga de decisión, lo que los lleva a calificar con mayor severidad.
Por otro lado, los peores resultados a primera hora del día podrían deberse a cronotipos que compiten entre sí. Las personas de veintipocos años suelen ser noctámbulas, mientras que las de cuarenta y tantos o más tienden a ser madrugadoras. Los estudiantes podrían tener menos agudeza cognitiva en el momento en que los profesores están más alertas.
“Para contrarrestar los efectos de la hora del día, los estudiantes podrían beneficiarse de estrategias como asegurar un sueño reparador, evitar programar exámenes importantes durante periodos de baja actividad personal y tomar descansos mentales antes de las tareas de rendimiento - sugiere Vicario -. En las instituciones, retrasar las sesiones matutinas o agrupar las evaluaciones clave a última hora de la mañana puede mejorar los resultados”.
Sin embargo, se necesita más investigación para comprender plenamente los factores que influyen en el rendimiento de los estudiantes y desarrollar maneras de mejorar la imparcialidad de las evaluaciones.