Espacio
La NASA confirma que esta luna de Saturno podría albergar vida
El estudio sugiere que los océanos de Encélado podrían ser un entorno estable capaz de sostener vida durante largos periodos de tiempo
En 1984, Arthur C. Clarke escribió la secuela de 2001: Una odisea en el espacio y, en ella una misteriosa civilización extraterrestre nos advertía de que, bajo ningún concepto, pusiéramos un pie en Europa, la luna de Júpiter. "Todos estos mundos son vuestros... excepto Europa”, decían, “No intentéis aterrizar allí". Hace 40 décadas de aquello y, amenazas literarias aparte, cada vez tenemos más motivos para explorar Europa y su hermana menor, Encélado, una luna de Saturno con la que comparte la característica que tanto atrajo a Clarke: el agua líquida. Y, ahora, la NASA ha sumado un nuevo argumento.
Porque bajo sus gruesas cortezas heladas, se esconden océanos salados, cargados de moléculas orgánicas claves para la vida. Puede que sean páramos acuáticos, pero también cabe la posibilidad de que alberguen biosferas de una inimaginable complejidad. De hecho, son los lugares de nuestro sistema solar, aparte de la Tierra, más amables para la vida. Ahora, gracias a la información proporcionada por el satélite Cassini de la NASA, varias universidades han concluido que el océano de Encelado tiene una temperatura suficientemente estable como para sostener posibles formas de vida durante largos periodos de tiempo.
Una luna microondas
Si alguna vez has intentado hacer bizcochos con el microondas sabrás que ocurre algo extraño. Se queman por dentro antes de tostarse por fuera. Y es que el calor que los cocina no viene desde la superficie, sino que se genera en todo su volumen por igual y, dado que el interior está más aislado del medio, se calienta más rápido que la superficie, que pierde temperatura en contacto con el aire. A Europa y Encélado les ocurre más o menos lo mismo.
Ambas lunas están demasiado lejos del Sol para que este las caliente. Por eso su superficie está helada y, en el caso de Encélado, ronda los 233 grados Celsius bajo cero. Sin embargo, tiene océanos de agua líquida bajo el hielo, por encima de los 0 grados Celsius, y eso es porque no la está calentando una fuente externa, o, al menos, no directamente. La proximidad el enorme Júpiter en el caso de Europa o el también gigante Saturno para Encélado, ejerce tal gravedad sobre ellas que las deforma y es ese estímulo el que calienta las lunas en todo su volumen. Sin embargo, que esté líquida ahora no significa que sea un lugar propicio para la vida. ¿Y si las fuerzas de marea, que así se llaman, las calientan mucho más rápido de lo que Europa puede cederle temperatura al espacio? ¿Y si proporciona mucha menos? En ambos casos, las temperaturas compatibles con la vida representarían un periodo fugaz de la vida de la Luna y eso mismo es lo que acaban de aclarar en la investigación publicada en Science Advances.
Los grados que entran por los que salen
Los investigadores sabían que la región sur de Encélado pierde unos 35 gigavatios, pero no sabíamos si sabíamos cuánto estaba perdiendo el norte. Tras analizar datos tomados por la sonda Cassini durante el invierno de 2005 e invierno de 2015, encontraron algo extraño. La superficie estaba unos 7 grados más caliente de lo esperado y solo había una explicación: estaba disipando más temperatura de la que pensábamos.
Gracias a ese detalle, los autores del estudio han podido calcular que la región norte pierde 19 gigavatios. Eso significa que la luna, en conjunto, disipa 54 gigavatios, una cifra que coincide con el calor que deberían estar generando las fuerzas de marea en su interior. Dicho en otras palabras: el océano de Encélado parece estar en un equilibrio térmico.
“Comprender cuánta energía está perdiendo Encélado a nivel global es crucial para saber si puede albergar vida”, dijo la Dra. Carly Howett (Departamento de Física, Universidad de Oxford, y Planetary Science Institute en Tucson, Arizona), autora correspondiente del artículo. “Es realmente emocionante que este nuevo resultado respalde la sostenibilidad a largo plazo de Encélado, un componente esencial para el desarrollo de la vida.”
Un futuro incierto
Y, por supuesto, con el panorama político actual en Estados Unidos y los fortísimos recortes en el presupuesto de la NASA, los autores han aprovechado para recordarnos que estos avances podrían ser cosa del pasado si no cambian el rumbo de la administración pública.
“Detectar las sutiles variaciones de temperatura superficial causadas por el flujo de calor conductivo de Encélado entre sus cambios diarios y estacionales fue un desafío, y solo fue posible gracias a las misiones extendidas de Cassini”, añadió la Dra. Miles. “Nuestro estudio destaca la necesidad de misiones a largo plazo a los mundos oceánicos que podrían albergar vida, y el hecho de que los datos podrían no revelar todos sus secretos hasta décadas después de haber sido obtenidos.”
QUE NO TE LA CUELEN:
- No podemos afirmar que Encélado contenga formas de vida, entre otras cosas, porque no sabemos con seguridad qué es necesario para que surja por primera vez. Creemos saber una buena parte de los ingredientes que han de estar presentes, pero puede que haya otros desconocidos o, incluso, que el azar juegue un papel mayor del que pensamos.
REFERENCIAS (MLA):
- Miles, Georgina, et al. “Endogenic Heat at Enceladus’ North Pole.” Science Advances, vol. 11, no. 45, 7 Nov. 2025, doi:10.1126/sciadv.adx4338
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