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Muere la Jirafa Che

El animal, que ha fallecido a los 24 años, fue uno de los primeros en llegar a BIOPARC antes de la apertura

La jirafa Che con su cría y otro ejemplar en el Bioparc
La jirafa Che con su cría y otro ejemplar en el BioparclarazonLa Razón

Ha muerto a los 24 años de edad la jirafa Che, uno de los primeros animales que llegaron al Bioparc de Valencia y que durante todo este tiempo fue una ayuda imprescindible en momentos excepcionalmente delicados porque se convirtió en "una colaboradora muy especial" al adoptar a crías que eran rechazadas por sus madres o acompañar a los ejemplares que llegaban.

Che fue uno de los primeros 16 animales que llegaron a BIOPARC en 2007, con otros tan icónicos como el rinoceronte Rómulo. En 2011 tuvo a su primera cría a la vista del público, que recibió el nombre de África por votación popular de los valencianos. Hoy todavía sigue viviendo en el parque. Dos años después, en 2013, parió a Kebo, un macho que fue trasladado a Portugal.

Su excepcional carácter amigable permitió que colaborara siempre en la integración y conexión del grupo de jirafas de BIOPARC que ha estado formado por 9 ejemplares. Durante todos estos años, ha sido una ayuda fundamental cuando alguna cría era rechazada por su madre porque Che adoptaba rápidamente el rol de madre adoptiva mientras los cuidadores le salvaban la vida alimentándola a mano durante meses. También se ocupaba de tranquilizar y acompañar a las jirafas que llegaban de otros parques o de aquellas que requerían tratamientos especiales. La sola presencia de Che calmaba, estimulaba y beneficiaba al resto del grupo.

La veterinaria Loles Carbonell ha destacado que Che ha sido la jirafa de numerosas generaciones de valencianos y, por tanto, especialmente querida por todos. Ella misma relata que todavía recuerda emocionada su nacimiento, el primero que presenció de una jirafa y, que desde entonces la mimó y cuidó ofreciéndole el máximo de bienestar hasta el final.

Su fallecimiento, esperado debido a su edad, se produjo de forma natural en la madrugada del sábado pasado en compañía de su grupo. Hay que tener en cuenta que la esperanza de vida de una jirafa en su hábitat es de 10 a 15 años y en cautividad puede llegar a 27 años, por lo que Che, con 24, ya era una anciana.

Durante sus 12 años de vida en BIOPARC ha disfrutado hasta el último día junto a su grupo de uno de los recintos más llamativos y admirados del parque, un espectacular espacio multiespecie donde convivía con cuatro especies distintas de antílopes, gacela Thomson, blesbok, impala y antílope acuático; aves singulares como ibis sagrado y jabirú y diferentes especies de anátidas.

BIOPARC Valencia cuenta con grupo reproductor de jirafa Rothschild (Giraffacamelopardalisrothschildi), también conocida como Baringo, una de las subespecies de jirafa más amenazadas del planeta. La manada forma parte del programa europeo de conservación (EEP) y su objetivo es generar una "reserva genética" que garantice la pervivencia de esta especie en grave peligro de extinción y, en este sentido, cada una de las crías representan la esperanza para el futuro de su especie. Además, la Fundación BIOPARC también participa en su preservación “in situ” con la Giraffe Conservation Foundation.