Tribunales
El jurado ya conoce las preguntas a las que debe responder en el juicio sobre Maje
Deberán decidir si la mujer de Antonio Navarro estuvo detrás del crimen de éste
El jurado ha escuchado este viernes las preguntas a las cuales responderá en su veredicto sobre si María Jesús M., Maje, y Salvador R., su amante, deben ser condenados por el asesinato de su marido, Antonio Navarro, cometido en agosto de 2017 en el barrio de Patraix de Valencia, un crimen del que se ha confesado autor material el segundo de los acusados, pero del que se pretende inocente la primera.
De este modo, la clave del proceso que ha venido siguiendo el tribunal del jurado en la Audiencia de Valencia durante las dos últimas semanas, centrado en la acusación del asesinato del marido de Maje, un joven ingeniero apuñalado por la espalda cuando iba a coger su coche en su garaje de la calle Calamocha, es cuál fue la participación de ella. De un modo u otro, ese será el punto clave del veredicto del jurado.
A lo largo del juicio, más allá de aspectos colaterales del caso, como por ejemplo la herencia, las infidelidades de Maje o detalles forenses o de policía científica más o menos determinantes para las tesis de las acusaciones, la clave ha sido, en todo momento, si ella conocía o no la intención de Salvador de actuar contra Antonio aquella mañana, o incluso si instigó aquella acción y si además la facilitó con medios sin los que, por sí solo, él hubiera sido incapaz de lograr la ejecución del crimen.
Así, es fundamental el asunto de la llave del garaje, un sótano al que se accede por una sola puerta para abrir la cual, pues no fue forzada el día del crimen, resulta necesaria. Salvador la tenía, y también información sobre el horario, identificación del coche de la víctima, plaza de garaje y otros aspectos. La duda es cómo alcanzó esos medios.
La declaración autoinculpatoria de Salvador defiende que mató a Antonio manipulado por Maje, de la que estaba enamorado, con ayuda imprescindible de ella, y asume una condena por asesinato, pero con eximentes por haber cooperado con la Justicia, haberse arrepentido y haber tratado de reparar el daño de la familia de la víctima con su pensión.
En esa tesis se mantienen el fiscal y la acusación particular, que piden penas de 22 o 25 años para ella, y 18 y 16 años de cárcel para él, respectivamente: ella instigó el crimen y puso los medios imprescindibles para su ejecución, por lo que debe ser condenada por asesinato, con la agravante de parentesco, que explica la mayor dureza de las condenas.
Es la defensa de Maje, que pide su absolución, la que difiere del resto: ella no conocía que Salvador iba a cometer el crimen, explica, en contradicción con una primera declaración en la que asumía que lo supo, pero creía que le iba a dar solamente “un susto”; y, por tanto, no le facilitó ningún medio para su ejecución.
Sí que supo que lo había cometido, según ha declarado durante la vista la propia María Jesús, pero lo encubrió porque se “acobardó”, en sus propios términos, por “la situación”, aunque no tuviera miedo de Salvador, con quien mantuvo una relación afectiva y sexual hasta mucho más tarde de la fecha del crimen, cuando ya ambos estaban en la cárcel bajo la acusación de haberlo cometido.
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