Comunitat Valenciana
Montan un operativo para que una madre y su bebé, ambos en la UCI, puedan conocerse
Mary sufrió una complicación grave al final del embarazo, conocida como Síndrome de Hellp
El operativo dispuesto por los médicos en el Hospital Casa Salud ha permitido a una mujer que sufrió una complicación obstétrica grave y que tras provocarle el parto ingresó en la UCI conocer a su hijo Mateo, que también precisó ser trasladado a la UCI pediátrica.
“Sentí muchísima emoción cuando vi a mi hijo, hubo un momento en que creí que me iba a morir”, asegura Mary, que en la recta final de su embarazo sufrió el Síndrome de HELLP, una complicación obstétrica grave y poco frecuente considerada como una variedad de preeclampsia.
Según han informado desde el centro hospitalario, le tuvieron que provocar el parto e ingresarla inmediatamente en la UCI sin que pudiera conocer a su hijo recién nacido, que también ingresó en la UCI Pediátrica porque durante el parto tragó aguas meconiales.
Mary empezó a encontrarse mal el pasado 18 de septiembre, cuando ya estaba de 39 semanas de embarazo, y aunque en un primer momento pensó que empezaba a tener contracciones de parto, lo descartó porque el dolor era intenso pero constante, no cesaba.
Su marido Alberto la llevó a Urgencias de La Salud de inmediato. Al principio pensaron que se trataba de un cólico de riñón y después de comprobar que el bebé estaba bien, la ingresaron en planta.
La analítica que le realizaron a la mañana siguiente salió muy alterada y el diagnóstico era malo: Mary sufría el llamadoSíndrome de Hellp, una complicación grave, multisistémica del embarazo.
Este síndrome, poco frecuente ya que afecta a una o dos de cada mil embarazos, provoca Hemólisis microangiopática, una forma de anemia hemolítica que fragmenta y destruye glóbulos rojos en su tránsito por la sangre; elevación de las enzimas hepáticas y una disminución de las plaquetas.
De forma inmediata, la bajaron a quirófano y le realizaron una cesárea de urgencia.
“Solo me acuerdo de que me pincharon y me desperté en la UCI con una sensación muy extraña porque tenía barriga y no sabía si había dado a luz o no. Estaba intubada y no podía hablar ni preguntar, solo lloraba”, explica la madre.
Añade que su marido Alberto “me contaba y me enseñaba fotos de mi hijo. Me enteré de que estaba también en la UCI Pediátrica porque había tragada aguas meconiales pero que estaba bien”.
Unos días después, los médicos de la UCI montaron un operativo para que Mary pudiera ir a la UCI Pediátrica a conocer a su hijo Mateo y, controlando sus constantes en todo momento, la trasladaron en una silla de ruedas hasta la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos.
“Sentí muchísima emoción. Cuando lo vi no me lo creía. Mi hijo estaba bien y yo, también. Hubo algún momento en el que pensé que no iba a sobrevivir”, explica Mary.
Al ver a Mateo, la tensión de Mary se estabilizó. “Cuando estoy con él -explicó una vez ambos estaban ya en planta- me encuentro mucho mejor”.
Si Mary lo pasó mal, su marido Alberto, no lo pasó mejor porque su mujer y su hijo estaban en la UCI y él solo y visitándolos a ambos.
“Suerte que las enfermeras y el personal se portaron muy bien conmigo. Me dejaron una habitación para que pudiera descansar”, explica Alberto ya más tranquilo y descansado.
Ambos aseguran que “nos hemos sentido muy acompañados, todos nos han apoyado. En el hospital ya nos conocen. Nos han dado mucho cariño y no nos hemos sentido solos. Estamos muy agradecidos”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar