Tribunal

Oltra se enroca en el cargo y no dimite

Reitera que es “una cacería de la extrema derecha” y afirma que el auto dice que no hay pruebas directas

La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra ha explicado tras la reunión del Gobierno valenciano que no ha hablado con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, sobre su imputación, y se ha aferrado a una frase del auto: “‘cierto es que no existe prueba directa’ es la frase que define el auto. Nos mantenemos en la misma situación que todos estos días. ¿Significa que es imposible que trece personas digan la verdad, y que todas están mintiendo para salvarme a mi?. Muchas de estas personas no las conozco, no sé lo que piensan, lo que votan, si les caigo bien o mal, pero sé que no mienten por mi”, ha aseverado.

Oltra ha dicho que Puig conoce el tema perfectamente y ha recordado que ella ha explicado este asunto detalladamente en Les Corts. Asegura no haber hablado con el presidente Puig de este tema, “aunque esta mañana he estado con él y me ha dado dos besos”.

A preguntas de los periodistas sobre sus criticas en su día al expresidente Camps al que pidió reiteradamente que dimitiera, ha señalado que “respecto a la comparación con Camps yo separo las imputaciones con las líneas éticas y cualquier comparación con la moral corrupta del PP es odiosa”.

“Yo recuerdo cuando el señor Camps se ausentaba y le pedía que viniera y diera explicaciones yo he dado todas las explicaciones, nunca he evitado sus preguntas, claro que soy coherente y lo seguiré siendo. Es una postura ética y política, no es una postura personal, porque esa me la callo”.

A la pregunta concreta de si piensa dimitir o si por el contrario va a seguir en el cargo ha contestado: “exactamente”.

Ha vuelto a echar la culpa a la extrema derecha y ha leído tuits del abogado de ultraderecha José Luis Roberto, que lleva la acusación de la menor agredida, en los que dice que “me la voy a follar sin tocarle un pelo”. Y ha dicho que todo parte de ahí, “de este fascista”.

Respecto a las afirmaciones del auto que dicen que hubo un concierto para proteger a su exmarido o su carrera política, ha reiterado que “trece personas es increíble que mientan por ella” y ha dicho que “a veces la explicación más sencilla es la más increíble”.

“No es la primera vez que me imputa el TSJ, por proteger el Cabanyal y su patrimonio. He sido expulsada de Les Corts por denunciar la corrupción del PP. Soy consciente de que las decisiones que tomamos molestan a algunas personas. Mi trayectoria siempre ha sido oponerme a las injusticias”.

Sobre los seis autos judiciales en los que denuncian irregularidades en la Conselleria, ha dicho que “la Conselleria no ha sido parte ni ha sido oída todavía”. Y ha añadido que “ningún proceso judicial cambia la realidad, no va alterar la realidad ni la verdad. Insisto, esto es una cacería política que viene de la extrema derecha. Esto no tiene nada que ver con hacer Justicia. La presión se aguanta porque si no se dedica uno a otra cosa. Considero más presión acabar las listas de la dependencia o hacer bien las cosas todos los días”.

Oltra ha dicho que considera una oportunidad declarar el 6 de julio, “pero bonito no es, pero sí que es la primera oportunidad de decir básicamente lo que ya he dicho”.

Y ha reiterado el argumentario ya expuesto en otras comparecencias: “los funcionarios trabajaron de manera objetiva y profesional. Tenemos una problema en este país si la verdad es increíble”.

La vicepresidenta también ha contestado a preguntas de los informadores que “no creo que la judicatura se haya visto influida por la extrema derecha”.

Respecto a las dudas que plantea el auto de Instrucción 15 sobre cuándo se enteró la vicepresidenta del problema que afectaba a su exmarido, Oltra ha explicado que cuando ocurrieron los hechos “compartía inmueble, no convivencia”. Y ha explicado que a su expareja se le apartó de las guardia de los menores y se le envió a tareas administrativas “como dos años después, cuando salió el juicio”.

Y respecto a si encargó el expediente que se está cuestionando ha dicho que “yo hablé con mi jefe de gabinete y le encargué que había que saber qué había pasado y proteger el interés superior de la menor”.

Se ha referido también al “fenómeno de la guerra sucia en los tribunales que no solo afectan a nuestro país”, y ha concluido que “si vale la pena a nivel personal, ni me lo planteo y esa parte no he de compartirla públicamente. Cuando una tiene convicciones ha de saber aguantar las presiones y los ánimos personales”.