Emergencias
Agentes de la Guardia Civil denuncian el retraso del pago de gratificaciones por la dana
La organización JUCIL también traslada el "gran malestar" entre los agentes por la demora en la recuperación de los cuarteles afectados por las riadas
La asociación mayoritaria de agentes de la Guardia Civil, JUCIL, ha denunciado este jueves el retraso en el pago de las gratificaciones correspondientes al servicio especial prestado con motivo de la dana y en la retribución de noches y festivos trabajados.
El secretario provincial de JUCIL, Vicente Gómez, ha trasladado el "gran malestar" que sienten los agentes por este motivo, así como por la demora en la recuperación de los cuarteles gravemente afectados por las riadas del 29 de octubre.
Gómez ha destacado que el hecho de que desde hace tres meses los agentes del Cuerpo que trabajaron en las zonas afectadas no hayan percibido estas gratificaciones y retribuciones supone para muchos agentes un "prejuicio doble", ya que afecta tanto a los comisionados como a los destinados en la zona, que también sufrieron la dana a nivel personal.
"El que menos ha perdido el coche, por lo que hay mucho malestar. Las gratificaciones adeudadas llegan a los cien euros brutos por turno y, pese a que el servicio especial finalizó a finales de febrero, los pagos están pendientes desde diciembre, ha indicado.
Según ha denunciado también, el personal de las unidades de los puestos principales de Bétera y Tavernes de la Valldigna, "aun encontrándose ubicados en los municipios afectados por la dana y publicados en BOE", han sido excluidos de las gratificaciones
"Los guardias civiles desempeñaron un papel clave en la asistencia a las personas afectadas por la dana, a pesar de que se les prohibió ir de uniforme, una decisión que JUCIL considera incomprensible. Durante la emergencia, los agentes contribuyeron a garantizar la seguridad ciudadana, prevenir saqueos, atender denuncias de desaparecidos o pérdidas, y realizar levantamientos de cadáveres. Sin embargo, cuatro meses después, seguimos trabajando en condiciones deficientes", ha manifestado el secretario provincial de la asociación.
Según ha señalado, el "caso más evidente de esta precariedad" es el cuartel de Paiporta, donde la riada se llevó el muro perimetral y la seguridad del recinto se ha visto comprometida debido a la falta de personal tras la salida de los comisionados, y ha recordado que en este mismo cuartel fallecieron un guardia civil y un familiar en los calabozos a causa de las inundaciones.
Actualmente, las instalaciones siguen sin disponer de agentes, los relevos son más complicados, no hay vestuarios en el recinto y los sistemas con los que se atiende a la ciudadanía funcionan con lentitud, ha asegurado.
A su juicio, la falta de infraestructuras adecuadas y efectivos suficientes repercute directamente en la seguridad ciudadana, y ha afirmado: "En el cuartel de Paiporta, podemos estar autorizando un viaje a un niño al extranjero y, al lado, estar sentado un detenido, porque hay instalaciones dentro del cuartel que siguen inservibles".
Ante esta situación, JUCIL exige a la Dirección General de la Guardia Civil que actúe "de inmediato" para solucionar unos problemas que afectan tanto a los agentes como a la ciudadanía, al tiempo que reclama como "urgente" el pago de las gratificaciones pendientes y la recuperación efectiva de los cuarteles dañados para "garantizar condiciones de trabajo dignas y un servicio de seguridad eficaz".